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Era una noche lluviosa en la ciudad, las estrellas y la luna brillaban aunque algo opacadas por la luz en la ciudad. Se escuchaba el claxon de los autos, la gente entre las calles y la lluvia al caer.

Un erizo de pelaje azúl, ojos verdes y con un suéter rojo caminaba por ahí, había abierto su paraguas para no mojarse, este era color azul, lo que lo hacía destacar del resto. Su nombre era Sonic, él disfrutaba mucho los días lluviosos.

Se detuvo al llegar a un semáforo en rojo, tenía que esperar un poco pero no le importaba, siguió manteniendo una leve sonrisa en el rostro. Mientras esperaba, vio llegar a alguien más y no pudo evitar mirarlo, llevaba un paraguas rojo que resaltaba.

Era un erizo al igual que él, de pelaje negro y betas rojas en sus púas, ojos carmesí, que tenía una chaqueta negra puesta, con una expresión tranquila en su rostro. Su nombre era Shadow.

Sonic continuaba observándolo, le parecía bastante atractivo. Al darse cuenta, Shadow lo miró también, pero pronto desviaron la mirada.

Se volvieron a mirar y Sonic le mostró una cálida sonrisa a Shadow. El erizo de betas rojas se quedó serio por un momento, pero luego le devolvió una pequeña sonrisa.

El semáforo se puso en verde, los erizos y el resto de la gente que esperaba, cruzaron la calle. Sonic quiso acercarse a Shadow, pero solo lo vio alejarse.

Tropezó y cayó al suelo, golpeando un poco a Shadow. Al alzar la vista, Sonic vio a aquel erizo negro cubrir a ambos con su paraguas rojo.

—¿Estás bien? —dijo Shadow mientras le ayudaba a levantarse.

—Lo estoy, gracias.

—Bien, ten más cuidado —dijo Shadow, dándose la vuelta para continuar caminando.

Sonic veía al azabache alejarse de nuevo, y creyó sentir las conocidas mariposas en el estómago, así que actuó por impulso.

—¡Espera! —lo alcanzó rápidamente—Soy Sonic. Sé que no me conoces ni yo a ti, pero me agradas —dijo sonriente.

—Uh... ¿bien? Mi nombre es Shadow —respondió, extrañado.

—Shadow, ¿me darías tu número? Me gustaría hablar contigo de nuevo.

Shadow no sabía cómo reaccionar. El azul no parecía un mal tipo, pero esto era extraño. Pensó que tal vez podrían conocerse y ser amigos.

—Está bien —dijo el azabache.

—A-ah, te escucho —dijo Sonic, sorprendido por la respuesta.

Luego de que Shadow le diera su número, se quedaron en silencio por un momento.

—Bueno, ya debería irme —dijo Sonic.

—Claro, creo que yo igual... Hasta luego, Sonic.

—¡Hasta luego! —dijo Sonic sonriendo, y continuó caminando algo rápido, debía llegar a su hogar.

Shadow también sonrió, la alegría del otro era agradable, sin duda. Luego, siguió con su propio camino.

★★★


La lluvia continuaba cayendo sobre la ciudad, y Sonic, aún con el corazón latiendo acelerado por el reciente encuentro, se dirigía a su hogar. Al llegar, se quitó el suéter empapado y se acostó en su sofá, contemplando el número recién guardado en su teléfono.

"Shadow..." murmuró para sí mismo, sonriendo mientras recordaba la pequeña sonrisa que el erizo de púas rojas le había dado. Decidió enviarle un mensaje.

Bajo la lluvia de la ciudad (One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora