salvatore

I

"Yo me aburría de la chica que tenia entonces, tú te vengabas de tu novio de siempre"- La lluvia en los zapatos, Leiva.

Sábado, 10 de octubre
Me había pasado toda la semana soportando los absurdos rumores que corrían en el campus sobre mí y Hugo. Lo peor de todo es que no tenía ni la más remota idea de quién los podía haber desencadenado.
Sin embargo, hoy me he prohibido a mí misma pensar en ellos o en él: Hugo y yo llevábamos varios meses ¿"saliendo"? No sabría cómo describirlo, pero yo llevaba esperando este momento años desde que lo vi por primera vez. Sin embargo, no era como me lo imaginaba, casi no nos hablábamos en público y él no me trataba de la mejor manera, pero me daba igual, yo era feliz con tal de poder estar con él.
Pero ya está, hoy se acabó pensar en eso.
Estaba arreglándome para ir junto a mis amigas cuando una de ellas avisó que no podía ir que estaba enferma, pero las demás decidimos ir igual a despejarnos un rato.
El único problema es que sin ella no teníamos coche para ir así que teníamos que coger el metro. Estábamos debatiendo cuál coger porque no teníamos claro los horarios hasta que nos decidimos por el de las 5 de la tarde.
Llegué la primera a la estación así que me senté en un banco a esperar.

"¡Helena!"

Escucho gritar a Clara que llega corriendo y tarde como de costumbre.
Poco después llega Samanta, perfectamente arreglada como siempre, es una de sus grandes cualidades.
Nos sentamos las tres a esperar el metro, el cual llegaba tarde, también como es habitual.

En cuanto llega nos ponemos en la fila. Samanta la primera con su precioso bolso de diseño conjuntado perfectamente con su pintalabios y zapatos y su pelo perfectamente acomodado, seguida de Clara quien es mucho más sencilla con su pelo ondulado suelto, su camiseta ancha y sus vaqueros azules y por último yo con mis pantalones vaqueros blancos y mi camiseta negra a juego con mis converse y mi pelo recogido en una trenza para controlar los rizos rubios oscuros, pero eso sí siempre con mi gloss brillante en los labios y mi collar amuleto de plata. En otras ocasiones me habría arreglado más, pero con todo lo que estaba pasando con Hugo no estaba muy de humor.

Mientras Samanta charlaba con Éric, un amigo suyo, Clara y yo buscamos donde sentarnos cuando de pronto mis ojos se paran al fondo del vagón en un chico de pelo oscuro. En ese momento Clara me mira y me guía hasta los asientos a su lado.

En cuanto nos sentamos le mando un mensaje a Clara para que el chico no nos oiga:
"El de al lado es guapo"
"Si es que ya sabía yo, por eso te dije de sentarnos aquí que te conozco"
Sé que dije que no iba a pensar en Hugo pero no pude evitar revisar si me había escrito... nada, ni un solo mensaje. El viaje fue pasando y de repente se me vino un pensamiento a la mente:
"Clara, le voy a pedir el instagram"- dije susurrando.
"Adelante"- respondió pensando que no me atrevería.
Fui hacia el chico y al volver veo a Clara avergonzada.
"¿Qué pasa?- pregunté.
"Esos de ahí nos están grabando"- respondió ella.
Un chico rubio y su grupo de amigos estaba intentando disimularlo. Procedí a mirarlos fijamente a ver si paraban, pero no. Menos mal que se bajaron en la siguiente parada.

Al fin llegamos a la nuestra y bajamos.
Ya fuera del vehículo no pude evitar mirar para atrás y me encontré a ese chico de pelo rizado bajando. Ambos cruzamos miradas mientras yo pensaba que esta sería la última vez que lo vería, pero que al menos tenía un seguidor más.

Pasamos la tarde de compras por la ciudad hasta que decidimos sentarnos en unas escaleras porque estábamos agotadas. Clara y yo nos marchábamos ya a casa, pero Samanta decidió quedarse con Eric y demás amigos suyos para salir de noche. Entre los cuales estaba Hugo, no pude evitar sentir pena porque no sabía nada de él y porque sabía que probablemente hoy acabaría en la cama con alguna que no fuese yo.