Capitulo 1

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La brisa del viento llegaba hasta su rostro
revoloteando cada uno de sus cabellos, se
encontraba sumida en sus pensamientos,
tanto, que si un mortifago se hubiera decidido a atacarla y matarla, lo habría conseguido en ese momento.

Se pregunto cuánto era capaz de amar un
hombre y cuanto una mujer, tenía un claro
ejemplo: ella misma. Cada noche se acostaba en su cama y se dormía con la imagen de
aquel rostro perfecto, con aquellos labios que jamás podría probar, con aquellas esmeraldas que como una amiga siempre la verían, cada noche se dormía llorando y al despertar por la mañana y verse en el espejo se diera cuenta de lo ridícula que podría llegar a parecer.

Ahí estaba, sentada a la orilla del mar, con la única compañía de una canción de nombre "Rewrite the Stars", lo había escuchado muchas veces pero nunca dejaría de ser su favorita, lo cierto es que llevaba más de un año enamorada de su mejor amiga, aquella que veía en cada set de grabación, por cada rincón, ella tan sonriente a lado de su pareja, aquella que a ella le dedicaba sonrisas de amistad y acudía en su ayuda en alguna dificultad.

- Jenna - escucho la voz aterciopelada de
la razón de sus pensamientos, giro su rostro y lo alzo un poco para quedar de frente con su mirada, se notaba preocupada - ¿Te encuentras bien? Es un poco tarde para que estés aquí en la oscuridad.

-La oscuridad - murmuro para sí misma
percatándose que la noche se había hecho
presente - no me di cuenta - respondió con una sonrisa nerviosa, se levantó del frío suelo y empezaron a caminar hacia la casa que rentaron para vacacionarse después de un largo tiempo de rodaje.

- Jenn, has estado un poco extraña estos meses -le dijo con aquel tono preocupado - un poco distante ¿Hay algo que deba saber? sabes que puedes confiar en mí.

"Jenn" cuanto odiaba que la llamara así, en
sus labios sonaba tan perfecto que su corazón se derretía por dentro y en su estomago aleteaban millones de mariposas.
¿Si estaba bien? Si, lo estaba era solo el amor
que sentía por ella que la mantenía alejada
del mundo y perdida en sus sentimientos y
recuerdos.

- Perfecta - le dijo intentando sonar tranquila - es solo que tengo algunas dudas ,nada de que te debas preocupar
Sintió su fría mano tomarla del brazo para
detenerla; su mirada se quedo justo en sus labios ¿Cuándo había crecido tanto? levanto
la mirada y se topó con sus maravillosos y hermosos ojos azules mirándola fijamente, su semblante era serio - Si hay algo que pueda hacer por ti, lo que sea, no dudes en decírmelo.

Ella asintió, ella lo sabía, era su mejor amiga
sabia que Jenna le ocultaba algo pero como buena amiga prefirió dejarlo pasar hasta el momento en que ella decidiera contárselo, lo que Emma no sabía era que ese momento jamás llegaría.

No sabría decir en qué momento la cabellera negra de George surgió en la entrada del gran comedor, todos los actores se encontraban sentados alrededor de la mesa pero para cuando se percato, Emma y él se besaban con urgencia en los labios; mientras que algunos compañeros hacían su trabajo animandolos a seguir, Jenna frunció un poco el seño, el respeto se había perdido, pensó.

Camino alejándose de ellos hasta sentarse a
lado de Hunter, últimamente prefería guardar su distancia, si no estaban abrazándose estaban besándose,ciertamente Emma se veía enamorada, felíz y ella compartía aquella felicidad con ella, a medias, pero la compartía.
Visualizo la mirada penetrante de su amigo
pelicastaño y de ojos marrones que se encontraba en la mesa, curioso, Percy, el chico que en el primer día que conoció era un simple desconocido ahora  se había convertido en su amigo y en su paño de lagrimas, él se había percatado de sus
sentimientos por Emma y sonaba poco creíble pero la había consolado en aquella primera vez que lloro de amor por su mejor amiga.
Emma y Joy no comprendían esa gran amistad  tan repentina con Percy y aunque cruzaban algunas palabras no eran los mejores amigos, se asombraron cuando se
enteraron de su nueva e inesperada amistad pero ignoró sus preguntas por unos cuantos días y con el pasar del tiempo se dieron por vencidas, además no podían hacer mucho cuando Emma se pasaba horas con George demostrándole su amor y Joy junto a Naomi caminado y platicando por los alrededores, no eran novias, pero a leguas se notaba el amor que se profesaban solo necesitaban que una de las dos se decidiera a dar el primer paso.

Cuándo nadie nos ve (Jemma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora