Capítulo VIII: Nervios

88 9 2
                                    


Se congeló por la fracción de un segundo antes de recuperar la compostura, miró al hombre frente a él con extrañeza y levantó una ceja. Una de las cosas que admiraba del militar frente a él era lo transparente que es, poder saber de un vistazo qué cosas divertidas cruzaban por la mente del otro era a su vez entretenido y tranquilizador, lo hacía sentir seguro. Por esa razón, no se puso nervioso ante el aparente avance de Dave dado a que no tardó en percatarse que el otro simplemente estaba siendo impulsivo, lo encontraba un poco adorable sin duda, pero tan pronto como noto el aroma alimonado en el ambiente supo que debía detener esto. 

—¿Esas son feromonas? ¿Eres alfa? —Sabía que el otro era alfa pero de todas maneras pregunto a fin de llamar la atención del militar y traerlo de nuevo a la tierra, de donde sea que se haya marchado en su mundo de imaginación. 

—¿Eh?— volviendo de su ensoñación sus pupilas dilatadas volvieron a su forma aguda original, se tomó un momento para procesar sus palabras antes de que su rostro se pusiera rojo hasta la frente —... Ah ¿no es obvio? — desvío la mirada intentando disimular su vergüenza con una sonrisa torcida que de veía un poco cómica y forzada

“Que adorable, es divertido” 

No pudo evitar morderse el labio para evitar reír en voz alta, el contraste entre su fuerte complexión y lo torpe que podía ser a veces era tanto divertida como entrañable, por eso podía decir que encontraba al otro atractivo. Aunque por lo general no era el tipo de persona impulsiva que actuaba solo por encontrar a alguien atractivo, pero era innegable el placer que le traía burlarse del otro, especialmente cuando lo veía ponerse nervioso. 

—Bueno, simplemente no lo asumí, creo que ya lo notaste, pero soy omega— se resistió a reírse y simplemente mostró una sonrisa mientras apretaba las manos de Dave contra la suyas sintiendo como el otro se tensaba, y en sus ojos oscuros un brillo de diversión cruzó tan pronto como se percató de esas pequeñas reacciones. 

—Ah…  Si,  lo note cuando nos conocimos— cuando el alfa dio un paso hacia atrás, él dio uno hacia adelante, mantuvo sus manos unidad entre ellos sin retroceder, sonrió cuando arrinconó al militar contra la pared metálica de la nave y disfrutó de lo nervioso que se veía el hombre más alto— Ovidio, deberías apartarte…  estoy lleno de hollín y no quiero que te ensucies. 

— Solo es un poco de hollín ¿Cual es el problema? —podría estar siendo impulsivo ahora, pero era difícil quedarse quieto cuando se enfrentaba a ese rostro nervioso y sonrojado, a esos ojos que miraban hacia todos lados menos a él y a esas manos sudadas entre las suyas— Por no decir que tú fuiste quien tomó mis manos primero ¿ahora te preocupa que me ensucie? 

“Que lindo, casi puedo leer sus pensamiento en su rostro”

—Pero…  yo… — miro a Dave y sonrió divertido cuando pudo ver en tiempo real como los engranajes en la cabeza del otro giraban velozmente “que entrañable”—Tengo que ir a reparar la nave. 

Antes de que pueda decir algo, Dave lo apartó suavemente y huyó como si lo persiguiera una jauría de perros rabiosos, miró hacia donde desapareció el militar un poco sorprendido antes de empezar a sonreír y finalmente a reírse. 

“Pero si acaba de volver de reparar la nave”

⋇⋆✦⋆⋇ 

Lucas, ahora estaba debajo del tablero de la nave intentado reparar la señal pero simplemente no se podía concentrarse, su mente, la cual parecía empeñada en burlarse de él, seguía regresando hace unos minutos cuando Ovidio estaba muy, quizás demasiado, cerca de él, su nariz picaba al recordar el suave aroma a feromonas del otro y luego se retorcia mentalmente cuando recordaba cómo dejó escapar sus propias feromonas. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Transmigrado a un jodido ABODonde viven las historias. Descúbrelo ahora