-Se fue... se ha ido-. Dijo sam despreocupado y con gracia.
Sam dejó el pelirubio a un lado y se fue directo a su motocicleta. No se molestó en subirse y a punto de ponerse el casco.
-¡No, ahora llévame a casa!-. Dije preocupado. Mamá y papá se enojarán si llego a casa solo...O peor aún, ¡No llegue!.
Sam sólo encendió la motocicleta dispuesto a irse, sin "importarle" el pecoso.
Bien, ahora ¿Cómo carajos iré de regreso a mi casa?. O eso dije antes de que Sam se apareciera delante de mí con su motocicleta.
Sólo me quede perplejo en mi lugar y con la respiración agitada.
-Déjame subir a la moto-. Dije casi rogando para que dijera que si. Y así, poniendo mi cara de cachorro, como si estuviera mojado; aunque, realmente seguía mojado, porque ¡alguien!, me lanzo a la piscina.
-¿Cómo?-. Pregunto Sam. Sabe que fue lo que dije. Mañoso.
-Que me dejes subir a la moto...-. Volví a repetir esperando respuesta.
-A ver, dices que soy un animal y un bruto ¿no?. Yo no permito a gente así subirse a mi moto y lo hago por tú bien-.
Maldita seas, Sam.
Sólo di una inhalada de aire.
-Mañana te arrepentirás de ser coherente-.
Ignoré lo que dijo y sólo fui a mitad de la calle buscando a alguien que si me quiera llevar a casa.
Y al parecer, la vida no me odia del todo, vi un coche pasar.
-¡Paren, paren, por favor!-.
Dios me quiere. Umh.. era un señor. Bajó la ventanilla.
Ugh.
Creo que estaban borracho o drogado.
-¿Quierés que te lleve a un sitio, bonito?-. Dijo el señor del auto.
Sólo me limité a poner cara de asco y alejarme un poco del auto.
-¿Y tú quieres un puñetazo, verdad?-. Dice Sam aún en su motocicleta y apretando levemente su mandíbula.
El señor sólo miró al contrario confundido y en duda para después seguir su camino.
Di media vuelta para después quedar a unos pasos delante de Sam mientras lo miraba confundido.
-Sube, anda. Que ya he peleado con bastante gente esta noche por tu culpa-. Dice Sam mirandome fijamente a los ojos, con una expresión suave pero aún con su toque arrogante.
-Sube-. Volvió a repetir. Por un momento me quede inmóvil.
Di unos pasos lentos hacia él. Me subí a su motocicleta abrazándolo detrás.
Sam apenas encendió la moto y estaba acelerando mientras avanzaba un poco, sólo para molestarme, y así, consiguiendo que lo abrazara con más fuerza. Sólo estaba cerrando los ojos con fuerza y poniendo mi cara detrás de su hombro.
-Espera, espera, espera, espera-. Hablo rápido Sam.
-Me estás apretando. No me sostengas de la chaqueta porque no puedo conducir-. Sam desabrocho su chaqueta para subirla un poco de abajo. ¿Lo malo?
No tenía camiseta.
Sólo se encontraba en chaqueta. Plan con maña. Consiguió que ahora ponga mis manos en su piel desnuda, abrazándolo de la cintura por debajo de la chaqueta.
Para después, empezó a poner en movimiento la moto.
Sam se estacionó en el sitio donde los padres de Felix acordaron que lo encontrarían. Felix aún seguía abrazado de Sam, recargando su cabeza en la espalda del contrario mientras sentía como sus ojos se cerraban lentamente, sólo disfrutando de la brisa de la noche que ni siquiera sintió el momento en que llegaron.-¿Nos quedamos así toda la noche o te cambias de postura?-. Preguntó Sam socarrón y con su sonrisa traviesa como de costumbre.
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A Tres Metros Sobre El Cielo. | 𝑯𝒀𝑼𝑵𝑳𝑰𝑿.
Lãng mạnEs la historia de dos jóvenes que pertenecen a mundos opuestos. Es la crónica de un amor improbable, casi imposible, pero inevitable, que terminará arrastrándolos en un frenético viaje iniciático en donde juntos descubrirán el primer gran amor. Lee...