Atte: Anónimo ⸻ Tōru Oikawa

08

Ella sabía, sin duda alguna, que su amor no sería correspondido. Aún sin haberlo confesado.

Desde la lejanía veía como los ojos de Oikawa brillaban con solo estar a su lado, tratando de tranquilizarla con una sonrisa gentil y amorosa.

Pero no podía evitar pensar si, en algún otro lugar o en otro mundo, ellos serían algo.

Tal vez, irían juntos a paseos por el parque, ella le prepararía su preciado pan de Leche y se lo daría sin temor al rechazo o a la vergüenza que pasaría al momento de hacerlo frente a más personas.

Si tan solo pudiera... Si tan solo pudiera dejar esa actitud temerosa de todo y todos a su alrededor. Pero no podía evitarlo. Ante cada cosa que hacía frente a los demás podía sentir sus miradas juzgando cada una de sus acciones.

Y si pudiera, tan solo un poco... Cambiar esa actitud frente a todos. Estaría más que satisfecha con ella misma, de haber logrado lo que más se le complicaba y a lo que más le temía.

Tener amigos no era un problema que le complicara la existencia, en realidad, no le molestaba no tenerlos. Aunque si dolía. Dolía no tener a alguien a quien considerar tu confidente, tu alma gemela, tu compañero de vida, eso sin sentirse mal por interponerse en su vida y que tus problemas o complejos lleguen a molestarle.

Lo sabía, sabía que en parte era su culpa por no poder relacionarse adecuadamente con los demás, y que por ello a veces no tenía lo que tanto anhelaba a veces.

Pero gracias a eso, tenía a alguien ahora, alguien a quien consideraba su amigo, su confidente, su alma gemela, su hermano.

Sin embargo, todo eso se disipaba si volvía al presente, al momento actual. Viendo como lentamente la persona que más ha amado y añorado por estos años se retiraba y pasaba de ellos sin reparar en su presencia, con la mujer que amaba en esos momentos en sus brazos. Queriendo ella ser esa mujer. 

Ser la mujer que alegre las mañanas de ese hombre, ser la que provocara el latido de ese corazón tan hermoso y cálido, ser la única para él.

Se había fijado últimamente en como aceptaba sin coqueteos los detalles y regalos que sus fans le daban. No podía culparlas, ella le daba de manera anónima cartas con datos y un pan de leche. Y ahora respetaba su relación.

¿Debería alejarse y dejarlo continuar su vida sin involucrarse? No quería ser un mal tercio y que eso provocara el rompimiento de la pareja.

Aunque quisiera estar con él, no jugaría sucio ni se adentraría en esa relación para entrar a la fuerza en la vida del chico.

Solo quería que él fuera feliz.