PRESENCIAS

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Tuve una larga y mala noche.

Estoy solo en la habitación, no me acompaña nada mas que una cama, la cámara por la que me vigilan y una ventanita que tiene la puerta, por donde escasamente entra los pequeños murmullos de los demás. Que se encuentran fuera de esta pieza.

Como en el día no tengo mas que hacer aqui adentro, me gusta escribir, leer o dibujar lo que me imagino, veo, escucho, sueño o recuerdo.

Pero hoy me he levantado sin ánimos de realizar alguna de estas actividades. Así que me recuesto en mi cama mirando al techo.

Minutos han pasado y sigo con mi mirada fija... Siento pasos, escucho ruidos; un minuto... nadie abrió la habitación, me hubiese dado cuenta porque la habitacion se abre con llave desde afuera y se oye el crugir de la chapa; pero como diantres a logrado entrar un sujeto de traje rojo, camisa blanca, corbata negra, zapatos de sharol relucientes, de rasgos: alto, nariz aguileña, piel trigueña; acabo de darme cuenta de un detalle, no pude ver sus ojos ya que llevaba unas gafas de un lente espejado.

No sentí temor, sentí curiosidad, puesto que nadie me visita, ni me ha visitado en días, quizás meses o años, la verdad ni se cuanto llevó aquí. Se que es de día porque por la ventanilla me pasan los alimentos y cuento los tres diarios principales.

En el momento que quise preguntar quien era, como entro, porque estaba aquí (ya que dentro de mi pensé que pudo haberse equivocado de paciente).
El misterioso hombre me hablo con estas palabras: "se que tienes dudas sobre mi, pero con el tiempo resolveras ciertas preguntas que te haces... volveré en cualquier momento".

El ambiente quedo en una especie de bruma que ceso al instante. Para sorpresa el hombre ya no estaba.

DIARIO DE UN DEMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora