El sonido del viento era lo único que podía escuchar por la velocidad en la que se encontraba corriendo, algunos repiqueteos de aves en las copas de los árboles y el crujir de las ramas bajo las patas, se detuvo de repente captando un olor desconocido.
Se encontraba ya muy adentro en el bosque de Bacon Hills, su madre había dicho esa misma mañana que tendrían una reunión más tarde en la mansión para celebrar la nueva llegada de cachorros a la manada. Ahora más que nunca deberían celebrar el nacimiento de nuevos miembros, ya tenía un tiempo que las diferentes especies de cambia-formas habían tenido problemas para hacer crecer sus manadas.
Algunas especies incluso dejaron de existir a causa de la situación tan desagradable por la que estaban pasando. La población había sido conformada en el 50% por humanos y el resto por cambia-formas de diferentes especies.
Ahora no solo había disminuido el porcentaje de personas peculiares, también se habían extinguido las especies en su mayoría. Las manadas de lobos se mantuvieron firmes hasta el final, logrando convertirse en una de las únicas que llegaron a hacerse más grandes a lo largo de los años.
Olfateo el aire con entusiasmo, salir a cazar cuando el sol se está ocultando siempre fue su pasatiempo favorito, sin embargo, no pudo distinguir el suave y delicioso aroma que logró captar su atención por completo. Olía diferente a todo lo que había percibido con anterioridad en el bosque que conocía como la palma de su mano.
Una punzada de curiosidad y molestia se hicieron presentes en el interior del gran lobo de pelaje obscuro.
Necesitaba saber de dónde venía el olor que de la nada parecía estar impregnado en todos los árboles y ramas. Escuchó a lo lejos el aullido de otro lobo, quizás alguno de la manada encargado de encontrarlo y llevarlo de vuelta antes de la celebración.
Para ser un lobo de 21 años de edad, completamente amargado (según los más allegados a la familia) no entendía por qué todos en la mansión le seguían tratando como a un adolescente. Había logrado cosas que ningún otro lobo pudo haber hecho y aun así su madre ni siquiera había considerado darle un poco más de autoridad o un poco más de trabajo.
Escuchó patas sobre las hojas secas esparcidas por el piso, puso al instante todos sus sentidos en alerta y se giró ansioso por encontrar al enemigo. No había nadie cerca, no al menos en su campo de visión, continuo corriendo en dirección contraria al aullido del lobo con la esperanza de que no lo encontraran todavía.
Podía sentir el aire frio colarse por el pelaje, la brisa fresca hacerle cerrar ligeramente los parpados, la necesidad de seguir corriendo en dirección contraria. Pasaron al menos veinte minutos más para que llegara a su claro de luna favorito. Un mareo creciente le hizo detenerse nuevamente de golpe, el olor se introdujo a sus fosas nasales inundando todo su sistema nervioso.
Escuchó un sonido detrás de un árbol lejano, ese olor estaba consumiendo por completo su atención, necesitaba encontrar que era lo que olía tan malditamente bien. Corrió en dirección al árbol del que provino el sonido, con toda la intención de atrapar a la fuente de tan delicioso aroma.
La luna ya estaba iluminando el cielo bajo el que corría tan ansioso, Derek podía ser juzgado por su propia manada como débil, pero jamás había perdido una presa en todas sus cacerías. El problema estaba en que para empezar, no estaba cazando, el solamente quería salir a disfrutar del viento por un tiempo, y dos, solo estaba persiguiendo el exquisito olor de una criatura desconocida, ni siquiera estaba seguro de que pudiera clasificarlo como una presa.
Se detuvo metros atrás de su destino, con el instinto depredador corriéndole por la sangre y hormigueándole en la piel, enseño los colmillos en señal de ferocidad y lentamente se acercó al gran tronco que cubría a la fuente aromática que estaba buscando, agitó su cola con felicidad.
Un aullido volvió a escucharse a sus espaldas en el momento justo que se lanzaba en busca de su presa, todo pasó muy rápido ante sus ojos, ni siquiera su preciada y mejorada visión nocturna le permitió ver más allá que una larga cola esponjosa y de aspecto suave, completamente anaranjada con un aro de color blanco casi al final de la punta.
No pudo ver nada más debido a un cuerpo un poco más pequeño de otro lobo que lo golpeo tirándolo sobre las hojas, el otro lobo se sacudió juguetón de un lado a otro, muy feliz por haber encontrado al mismísimo Derek Hale en medio del bosque.
Derek bufó molesto aun con la mirada perdida entre los árboles, buscando alguna señal de lo que claramente es un zorro. Extasiado por casi atraparlo no se dio cuenta de lo que tal aparición significaba, tanto para él como para los cambia-formas.
Ignoró a Isaac que continuaba alegre saltando de un lugar a otro como un cachorro con su persona favorita, con un gruñido formándose en la garganta se puso de pie y volvió a intentar encontrar algún rastro del olor de aquel zorrito. Dos lobos más llegaron a la escena, tan enérgicos como el pequeño Issac, más grandes y con un poco menos de saltos.
Estaba molesto, más que molesto por la interrupción. Nunca nada le causaba tantas sensaciones con algo tan simple como una persecución, claramente necesitaba volver a verlo, necesitaba repetir lo que había pasado hasta poder atraparlo y saber de qué se trataba. Fue cuando los tres lobos enérgicos comenzaron a olfatear el aire que se dio cuenta de lo que había pasado.
Un zorro.
Un zorro en medio del bosque.
Un zorro en medio del bosque con un olor delicioso para el olfato de un lobo.
Un zorro que no olía como uno.
Eso solo podía significar una cosa, que ese zorro no era todo el tiempo uno, también era un humano. Sintió verdadero alivio por primera vez desde que la extinción de diferentes especies comenzó, todos creyeron que los zorros cambia-formas se habían acabado veinte años atrás cuando la última pareja no pudo reproducirse. Que equivocados estaban.
¡Acababa de encontrar a un sobreviviente! En el bosque donde había cazado desde los cinco años. Necesitaba decírselo a su madre. Emprendió el camino de regreso a la mansión con tres lobos más y una enorme maraña de emociones por el acontecimiento tan importante que acababa de presenciar.
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Soft and orange || Sterek
FanfictionHay un zorro que ha estado rondando el bosque de Bacon Hills, con un olor delicioso y hermosos ojos color ámbar. Derek Hale necesita saber quien es el misterioso shifter de zorro que ha entrado en su cabeza para no dejarla nunca más. o Donde nadie...