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advertencias: humor absurdo, yoonseok y otras parejas. capítulos cortos.

—Min Yoongi y Jung Hoseok, tienen derecho a guardar silencio

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—Min Yoongi y Jung Hoseok, tienen derecho a guardar silencio.

—¡Ni que hubiéramos cometido un asesinato!

—¡Cállate si no quieres que te pegue con mi porra, chico!

Enfurruñado, Hoseok se sentó sobre el asiento de metal que la celda tenía, cruzándose de brazos antes de hacer una mueca al sentir su mejilla hinchada y labio partido. Yoongi, frente a él, miraba la pared con una expresión en blanco, ignorándolo completamente, sin demostrar alguna señal de dolor a pesar de tener un ojo negro y una mordida en el cuello.

¿Cómo habían llegado allí?

Bueno, luego de que Hoseok se hubiera lanzado sobre Yoongi, ambos se pusieron a pelear en el suelo ante la atónita mirada de sus amigos. Jin quiso meterse a detenerlos, pero Namjoon lo sujetó para que no lo golpearan debido a que tanto como Hoseok y Yoongi estaban peleando brutalmente. Tae comenzó a hacer barra mientras Jimin ponía una expresión de reprobación y Jungkook comía unas papas fritas que le quitó a la persona de al lado.

No contaban con que en el local también estuvieran comiendo unos policías, por lo que los dos chicos terminaron siendo separados y metidos a un carro policial bajo la excusa de haber arruinado un buen almuerzo.

Iban bastante tranquilos con la decisión de los dos policías, hasta que Jimin salió del local y les gritó con evidente malicia mientras los subían al carro:

—¡Quizás ahora si pasen tiempo juntos!

Hoseok enloqueció y se negó a ser subido, por lo que batallaron bastante tiempo para meterlo dentro del auto, en tanto Yoongi trataba de huir aprovechando la distracción.

La situación empeoró cuando llegaron al edificio policial, pues los metieron a la única celda vacía y Hoseok empezó a protestar.

—No sé de qué te quejas —dijo de pronto Yoongi—. El que le hizo daño al otro fuiste tú, no yo. Yo debería querer estar alejado de ti.

Hoseok apretó su mandíbula, desviando los ojos, pero no dijo nada.

Uno de los policías se acercó, abriendo la celda.

—Pueden realizar una llamada —Yoongi se enderezó, saliendo del lugar—. ¿No vas a hacer la llamada, chico?

El rubio se quedó quieto, sabiendo que las palabras no iban para él.

—No tengo a nadie a quien llamar —respondió Hoseok sin moverse, con la voz hueca.

Yoongi siguió caminando.

Luego de haber soportado los gritos de su madre, sus chillidos histéricos cuando le dijo que tenía que ir a buscarlo al cuartel policial, volvió a la celda, encontrándose con que Hoseok ahora miraba el techo, silbando una melodía.

Se sentó a su lado, notando enseguida cómo se tensaba.

Hubo un momento de silencio entre ellos.

—No tenías que ser así de cruel —dijo repentinamente Hoseok con la voz rota.

Yoongi miró la pared sin mostrar expresión alguna.

—¿Acaso mentí? —su tono era duro—. ¿Acaso no eres un niño cobarde y orgulloso?

Hoseok bajó la vista, sintiendo su corazón roto al oír las frías palabras de Yoongi, pero dándole la razón por haber actuado de esa forma. Sin embargo, no lo dijo.

—Tú lo eres también —susurró de pronto Hoseok.

—¿Disculpa?

—Orgulloso. Lo eres —Hoseok comenzó a llorar—. Quería que me amaras. Quería que me lo dijeras. ¿Por qué nunca lo hiciste?

Yoongi quería ser cruel y decirle que él no decía cosas que no sentía. Pero eso sería exceder un límite que no iba a cruzar nunca en la vida.

Una cosa era ser duro con Hoseok porque se equivocó. Lo otro, era ser desalmado.

—Te lo demostré —gruñó Yoongi, girándose a mirarlo.

—No lo entiendes —Hoseok también lo miró—. A veces demostrarlo no es suficiente. A veces es necesario decirlo.

Yoongi recordó, entonces, lo que le había pedido Jiwoo antes de morir. Que le dijera a Hoseok que era precioso, porque él no creía que lo fuera, y si se lo decía repetidamente... entonces Hoseok iba a creerle.

Recordó también que le había prometido a Jiwoo cuidar de su hermano menor.

Se sintió demasiado triste de pronto, incapaz de sostenerle la mirada a Hoseok, y volvió sus ojos a la pared.

Hoseok no dijo algo más.

Una hora después, la celda fue abierta otra vez.

—Te vienen a retirar, chico —le dijo el policía a Yoongi.

Yoongi se puso de pie, viendo a su mamá acercarse de forma presurosa, e hizo una mueca.

Las cosas con su mamá seguían tensas, duras, debido a lo que había hecho ella. Yoongi no sabía si en algún momento la iba a poder perdonar, pero no estaba enojado. Su rabia había desaparecido hace mucho, ahora sólo estaba cansado.

—¿Qué fue lo que pasó, cariño? —le preguntó su mamá con voz preocupada.

Yoongi no dijo nada, girándose hacia Hoseok.

—Ponte de pie —le ordenó—. Te irás a quedar a nuestra casa unos días.

No se quedó para oír su respuesta, sino que salió caminando a paso rápido, sintiendo su corazón latiendo de forma acelerada.

Notó, sin embargo, que Hoseok lo estaba siguiendo.

De alguna triste forma, sabía que Hoseok lo iba a seguir para toda la vida.

De alguna triste forma, sabía que Hoseok lo iba a seguir para toda la vida

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¡gracias por leer!

Novio de Alquiler [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora