Capitulo 4: Hora De Jugar

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MIA

Han pasado semanas desde que me mudé a la hacienda. La rutina en este nuevo mundo se había vuelto extrañamente familiar, y aunque aún me sentía como una extraña en él, estaba aprendiendo a adaptarme. La combinación de trabajos discretos para Alessandro y mantener las apariencias como su esposa había creado una extraña dualidad en mi vida. Sin embargo, hoy estaba de vuelta en el edificio de la empresa para la cual trabajo, cumpliendo con mis deberes cotidianos.

Acababa de dejar una carpeta con un archivo importante en el escritorio de mi jefe. El trabajo en la empresa ahora parecía casi irrelevante en comparación con las tareas que realizo para Alessandro, pero era parte del papel que tenía que jugar. Me dirigí a mi propio escritorio, preparando mi bolso para irme, ya ansiosa por regresar a la hacienda y dejar atrás la fachada de mi antigua vida.

De repente, escuché unas risas conocidas y levanté la vista. Allí, de pie frente a mi escritorio, estaban Alex y Clara. Mi estómago se hundió al verlos. Alex, mi ex novio, con esa sonrisa arrogante que solía encontrar encantadora y Clara, la mujer con quien me había sido infiel. La mezcla de rabia y dolor me golpeó con fuerza, pero me esforcé por mantener una expresión neutra.

               Vaya, mira a quién tenemos aquí comenzó Alex, su voz cargada de desprecio. La famosa Mia. ¿Qué tal va tu vida, querida?, ¿Todavía estás tratando de superar lo nuestro?.

Clara soltó una risita, mirándome con condescendencia. Sentí cómo el calor subía a mis mejillas, pero me obligué a mantener la calma. No iba a darles la satisfacción de ver cuánto me afectaban.

               No tengo tiempo para esto, Alexrespondí, intentando sonar firme y desinteresada—. Tengo cosas que hacer.

Pero Alex no se detuvo. Dio un paso más cerca, su sonrisa ensanchándose. 

               Oh, vamos, Mia. No te hagas la dura dice Alex, con algo de arrogancia. Todos sabemos lo patética que eres. Siempre tratando de ser perfecta, pero nunca lo suficiente.

               ¿Todavía trabajando en esta empresa? agrega Clara, hablando con una voz venenosa. Se acercó también, sus ojos llenos de malicia. Pensé que después de que Alex te dejara, te habrías dado cuenta de que este no es tu lugar.

Las palabras de Alex y Clara se clavaban en mí como dagas. Cada insulto, cada burla, me recordaba la traición y el dolor que había sufrido. Pero también me recordaban lo lejos que había llegado desde entonces. No era la misma Mia que había sido humillada y rota por ellos.

               ¿Sabes qué, Alex?dije, finalmente dejando que algo de la fuerza que había encontrado en las últimas semanas se filtrara en mi voz. Lo que tú pienses de mí no importa. Porque, al final del día, sigo adelante. Y no voy a dejar que dos personas tóxicas como ustedes arruinen lo que he logrado.

La sorpresa cruza por el rostro de mi ex novio por un instante, pero se recuperó rápidamente, soltando una carcajada. 

               ¿Qué has logrado, Mia? me pregunta Alex, su voz suena altanera. Sigues siendo la misma chica patética de siempre.

               Sí, Alex tiene razón añadió Clara, en su voz denota malignidad. Me muestra una sonrisa burlona. ¿Qué podrías haber logrado que sea tan impresionante?.

Los miré, sintiendo una calma extraña asentarse en mi pecho. No necesitaba su aprobación ni su reconocimiento. Sabía lo que había logrado y lo que estaba haciendo para sobrevivir y prosperar. Decidí que no valía la pena gastar más palabras en ellos.

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