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"¿¡Donde está ella, Zeus!?"

"Hades se la ha llevado pero no dijo a donde. Tampoco desea confesar."

"Tu y tu miserable cargo son la misma inmundicia, no eres capaz de manejar a tu hermano, ¿cómo podrías ser capaz de buscar a tu propia hija?"

"Ella volverá, tarde o temprano. Dale tiempo al tiempo Demeter, y deja que las puertas del ganado se abran para que el rebaño juegue por un rato." 

Desperté cuando escuché gritos del otro lado de la puerta, en una de las habitaciones del burdel

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Desperté cuando escuché gritos del otro lado de la puerta, en una de las habitaciones del burdel.

–Hermy...–susurré frustrada contra la almohada, uno de mis brazos se extendió para jalar el cuerpo de la mujer a mi lado.

–Parece que te están buscando a ti, Mehelenys– entreabrí los ojos cuando su aliento me erizo los pelos de la nuca. Sus manos se movieron suavemente a través de mi espalda para intentar levantarme.

–Has estado muy solicitada últimamente– volvió a hablar después de dejar un camino de besos sobre mi columna.

–Mi medio hermano cumple su onomástico–me levanté de la cama y medio dormida intenté encontrar mi ropa. Rápidamente me puse los pantalones antes de que Baelon abriera la puerta bruscamente.

–Mehelenys, aquí estás–sonríe pero la alegría parece durarle poco cuando me mira de pies a cabeza, rápidamente se gira para darme la espalda– Tuve que recurrir a cuatro burdeles para poder encontrarte–escupió.

–Vaya, vaya. Démosle un premio al perro rastreador.

–Que mi premio sea no volver a cubrirte cada que el rey pregunte por ti–gruñe, aunque sus ojos se desvían hacia la silueta desnuda de Hermy aún en la cama.

Doy un leve golpe a su hombro para indicarle que estoy más que vestida, él se gira con una sonrisa y me entrega mi espada, ¿en qué momento la agarró?

–Vámonos, he traído un caballo–asiento, luego me ajusto el cinturón y acarició el pomo de mi espada, doy una última mirada a mi hermano antes de acercarme a la cama y besar a la rubía. Hermy gime entre mis labios y termina por apartarse al sentir un par de ojos mirando con atención hacia nosotras.

–Recuérdame devolverte el favor, dulzura–Hermy asiente y me alejo de mala gana.

Baelon y yo caminamos por los pasillos del burdel, los gemidos y gritos de las prostitutas parecen traer una incomodidad a mi hermano por lo que me provoca una risita.

Estigia🦋 HOUSE OF THE DRAGON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora