Taylor y Travis van a la misma clase universitaria donde compiten para ganar una pasantía de arte en el British Museum de Londres ¿Nacerá algo más qué el odio mutuo y la feroz competencia?
Al terminar mi horario de clases, tomé un taxi hasta Central Park. Al llegar me senté en mi banca preferida, frente al lago, y observé el cielo que estaba en un perfecto degradé de rosas y durazno. La brisa constante entre los árboles aplacaba el clima de verano, el ambiente era ideal para encontrar calma luego de mi terrible mañana y el mal humor qué ese tal Travis me había causado.
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Volví a mi departamento casi al anochecer, me preparé una cena rápida, una copa de mi vino favorito y me senté en mi sillón con Meredith mientras llamaba a mi mejor amiga, Selena. Selena era mi mejor amiga hace más de 15 años, nadie me conocía ni me comprendía tanto cómo ella.
-Hola amiga ¿Y por qué tan seria? -preguntó sin dejarme saludarla antes- ¿Hoy no tenías la clase qué dá la pasantía? ¡Ay no me digas qué jussto este año se canceló! -dedujo apresurada. +Holaa! No, no es eso -contesté riendo- solo qué ¿Te acuerdas del idiota que me tiró el café hoy temprano? -Ajá, el idiota qué mataré porque arruinó tu hermoso sweeter nuevo. +Bueno, está en la clase y se la pasó molestando, incluso me llamó "rubia" frente a toda la clase, a los gritos. -Aah entonces es más qué un idiota, es un hombre promedio -dijo sarcástica. Mi risa inundó el departamento, me sentía cómo nueva. +Tienes razón, Sel. No sé qué haría sin vos amiga, me cambiaste el humor. -Es un placer, mi Tay Tay! Hablamos por un largo tiempo, poniéndonos al día sobre nuestras vidas, casi a la medianoche nos despedimos y me preparé para dormir.
Me desperté en el medio de la noche, completamente sudada, otra pesadilla. Desde qué había terminado con mi última relación los recuerdos me invadían cada noche, cómo fantasmas, no de los sutiles sino de los qué quieren hacer notar su presencia. En mis pesadillas peleaba con Joe, veía cómo me mentía en la cara una y otra vez o incluso peor, sentía cómo acariciaba mi piel una vez más, casi parecía real.
Joe fué mi pareja por 6 años y ciertamente se había convertido en mucho más qué eso, era mi mejor amigo y supo ser mi mayor apoyo en mis momentos más oscuros, darme la mano y sostenerme fuerte mientras colgaba de un precipicio.
Él tenía sus propios demonios cómo los qué a mi me mantenían despierta de madrugada, una tristeza qué traspasaba mi alma. Yo me interné en su campo de batalla, en primera fila cómo el soldado más valiente, remendando cada pedazo de mi qué salía volando cuándo él autosaboteaba todo. Intenté absorber sus problemas, llevarlo lejos dónde ya no lo encontraran, salvarlo, pero destruí cada parte de mí intentándolo.
Creía qué esta vez iba a ser el indicado pero otra vez algo se me había escapado. Estoy llena de espirales mentales, caigo en ellos cada noche ¿Qué fué lo que no ví esta vez? ¿Qué se me escapó? ¿Cuál es el problema qué habita en mi? Repaso cada detalle, pasando demasiado tiempo en cada uno y dándole vueltas, para encontrar lo qué hice mal. No encuentro nada.
Es el amor de tu vida y cuándo menos lo esperas las cenas son aburridas, las conversaciones frías y rutinarias hasta qué dejan de existir, su respiración se torna pesada y resopla cómo sí fueras la persona más molesta en el planeta y vos estás intentando lo mejor pero aún así no es suficiente; y ahora quién era tu mejor amigo es tu peor pesadilla, sabe cómo desarmarte y cómo destruirte con una simple oración, sabe el punto más bajo dónde puede golpear. Ahora ves cómo tu compañero "leal" coquetea con sus compañeras de trabajo frente a tí y luego te tratará de "loca" por las inseguridades qué eso te causa, y, por favor, no te olvides la parte dónde te explica qué los amigos se ven, se tratan y se tocan así.
Joe, el supuesto amor de mi vida, no solo me vió en el precipicio otra vez y no me dió la mano, sino qué pisó mis dedos qué luchaban por rescatarme hasta hacerme caer. Joe se convirtió en la perdida de mi vida.
Meredith maullando me saca del laberinto mental interminable. Paseo por el departamento cómo los fantasmas qué acechan mi cabeza hasta qué sale el sol, y vuelvo a la cama obligada a descansar algo antes de tener que cumplir mis responsabilidades diarias.
***************** nota del autor: Hola! Quiero aclarar qué las fechas, personalidades de los personajes o acontecimientos no tienen nada que ver con la vida real. Está historia es ficción. Muchas cosas son añadidas para el desarrollo de la historia, y por supuesto toda sugerencia es bienvenida.
