CAP-3. Un instante para sentir

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CAP 3

—¿Cómo va tu herida?— preguntó el Profesor a Lía mientras daban un paseo por los jardines de la mansión.

—Curándose como una herida humana.

Charles sonrió ante la respuesta.

—Según tus recuerdos, creo que te has acercado a Magnus. Desde que te conocí, sabía que tú podrías hacerlo.

—No estoy segura de que sea apropiada esta estrategia. Ocultándole...

—Créeme Lía, si supiera la verdad, no se acercaría desinteresadamente. Incluso te intentaría utilizar.

Lía suspiró mirando un pequeño rosal. La brisa era fresca, el sol radiaba, el día era perfecto, pero algo le impedía disfrutarlo al máximo.

—¿Qué te preocupa?

—Estar fingiendo tanto tiempo. Ni si quiera los X-Men me conocen de verdad. Hank, Lobezno o Tormenta, con lo que más he compartido momentos, he de fingir ser alguien que no soy en verdad.

—Sé el esfuerzo que estás haciendo. Pero es por un bien mayor. Lía —Xavier se acercó a ella e instó a que la mirara—. Magnus puede llegar a un límite inimaginable y no muy afortunado para los humanos. No quiero que suceda eso, que tenga más monstruos en su cabeza e incluso se convierta en uno. Él no es así. Lo sé. Y la única persona que puede detenerle eres tú, pero para eso debes acercarte.

—No creo que me permita hacerlo, Profesor.

—Ya lo está haciendo— sonrió Charles acariciando su brazo—. La verdad siempre encuentra su camino, Lía. Y cuando llegue el momento, estarás lista para...

Su conversación fue interrumpida abruptamente por una figura que se aproximó con cabello plateado brillando bajo el sol. Era Tormenta, con una expresión alegre que contrastaba con la seriedad de su discusión.

—Lía, te estaba buscando. Perdone Profesor, pero estamos todos reuniendo en la sala de estar—dijo Tormenta con voz llena de entusiasmo—. Júbilo ha pensado que sería divertido hacer una noche de cine. Además, he oído que haces unos tacos increíbles. Y todos quieren comprobarlo.

Lía sonrió, agradecida por el cambio de tema y la oportunidad de pasar más tiempo con el grupo. Tormenta a pesar de su nombre, siempre lograba calmarla.

—Claro, me encantaría participar—respondió Lía, mientras seguía a su amiga de regreso a la mansión.

La película comenzó, y por un momento, todos los conflictos y las misiones quedaron atrás, reemplazados por risas compartidas y comentarios sobre la trama. Lía se relajó entre sus nuevos amigos, sintiendo que cada día se integraba más en la peculiar familia, a pesar de su secreto.

Lía caminaba entre los largos pasillos de uno de los laboratorios de la ciudad. Hablaba con un representante gubernamental sobre las propuestas para mejorar la coexistencia entre humanos y mutantes. Su enfoque científico y su capacidad para traducir complejas ideas genéticas en políticas prácticas estaban ganando terreno. Y se sentía orgullosa de ello.

"Lía,—la voz del Profesor invadió su cabeza—. Magneto ha sido detectado cerca de tu ubicación. Necesito que sigas sus movimientos discretamente. Ve. Guiaré tus pasos".

Lía cerró los ojos un momento. Esas invasiones aún la ponían mal cuerpo.

—¿Se encuentra bien Dra. Hélix?

—Sí, disculpe Sra. Madox he de irme.

—De acuerdo, pero mándeme un email con la información.

Lía asintió y salió lo más rápido que pudo del edificio. Dejó su mente abierta para el Profesor y él guio sus pasos.

X-Men Un plan para MagnetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora