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Felix estaba esperando a Chan en la entrada de su facultad, quería irse rápido para comer de una buena vez, tenía tanta hambre que se podía comer un cerdo entero.
Chan y Felix eran bros desde los 13 años de edad, cuando se conocieron en la secundaria. Desde ahí nadie ha podido interferir en la relación de bros que tenían, se complementaban tan bien aunque pocos lo creían; y los bros hacen cosas que son de bros obviamente. Aunque ellos hacían algo más que eso, pero ojo, seguían siendo los mismos bros de antes.
— Hola, Lix. ¿Esperaste mucho? — preguntó Chan saliendo de la nada.
— Sí, llevo aquí más de una hora, idiota, estaba apunto de irme yo solo a mi casa — dijo molesto.
— Uy, pensé que me recibirías con un cálido y tierno abrazo mientras me preguntabas cómo me había ido en las clases, como buen amigo que eres — dijo haciendo un puchero.
— Sí, bueno, vámonos rápido o sino mi estómago va a explotar.
Felix tomó la mano del contrario entrelazándolas y tirando de él para comenzar a caminar.
Chan sonrió apretando más su agarre en aquella mano blanca, fina y suave que tanto le gustaba.
Una cosa de bros es tomarse de las manos, ellos como buenos bros lo hacían; aunque para muchos eso era más de amantes, ellos seguían insistiendo en que eran bros.
es de bros.
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¡Gracias a rockbyx por permitirme adaptar su historia!
