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Chan se encontraba tirado en su cama, boca arriba, un sentimiento muy familiar se instaló en su pecho. Extrañaba a ciertos ojos oscuros, una cabellera rubia, unos labios bonitos, rosaditos y abultados que varias veces pensó mucho en besar; y una voz que eea como música para su oídos.
Extrañaba a Felix... Era algo tonto porque literalmente se acababa de ir hace tan solo veinte minutos.
Sin pensarlo, agarró su celular y lo llamó, esperando pacientemente a qué contestara.
— ¿Channie?
Escuchar su voz lo hizo emocionarse demasiado.
— Quizás te suene raro, pero te extraño — soltó sin más.
— Yo también.
Se podía imaginar sus mejillas rojitas y lo jodidamente adorable que se veía en ese momento.
— ¿Te parece si nos vemos en el parque cerca de tu casa?
— Está bien, te espero.
Colgó la llamada con una gran sonrisa en su rostro, y rápidamente salió de su casa para encontrarse con su bro.
Sí, otra cosa de bros es extrañarse, es lo más normal del mundo extrañarse después de sólo veinte minutos sin verse.
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