➳ VIII

138 7 1
                                    

Fue buena idea haber ido al nuevo arcade, Hiori aunque negó no haberse emocionado con la sola idea de haber ido allí fue muy notoria su mentira, por qué fue el primero en salir corriendo a las máquinas de juegos.

Probé muchos juegos muy interesantes, pasé un buen tiempo de caridad combatiendo contra Yo ──aunque en la mayoría perdí contra él── y gane un bonito peluche qué casualmente era una langosta, era mi día de suerte esté regalo le va a fascinar a Yoichi.

── Oye, pero qué bonito peluche, ¿es para Isagi? ── muy curioso se acercó Yo a preguntar, le había encantado ese peluche qué él sostenía entre sus manos

── ¿Te gusta? Si, y espero qué le guste.

── Es muy bonito, ¿estás bromeando, no? A Isagi le va a encantar ese regalo, ya quisiera yo qué alguien me regala algo. ── Hiori bromeó un poco acerca del tema, sacando una pequeña risilla al chico tiburón

── Tienes razón, él ama estos animales. Tranquilo, ya saldrá tú alma gemela. ── motivo a su amigo en qué algún día alguien especial llegaría

Mientras seguíamos charlando y jugando, el tiempo se pasó volando y era tiempo de volver, en la salida del lugar me sorprendió en gran manera al dar una pequeña mirada hacía el interior del sitio, pude apreciar a Yoichi charlando con un chico alto y albino, ambos muy pegados charlando armoniosamente mientras reían y parecía qué él disfrutaba mucho en compañía de ese tipo.

¿Otra vez? ¿Por qué?

Hiori se percató de la distracción qué padecía Ranze y decidió hablar para sacarlo de esa burbuja. No le gustaba para nada ver a su amigo triste, sobretodo si el tema relacionaba a sus líder de equipo, Isagi.

── Oye Kuro, sabes, por aquí debería haber una buena cafetería, qué te parece ir y tomar algo antes de ir a nuestros hogares?

── Claro, esta bien.

── ... ── al momento de ofrecer aquella petición el chico gamer recordó algo al instante, sintiendo un escalofrío por su cuerpo ── ¿Puedo dormir en tú casa?

── ¿Eh? ¿Qué? ── mire de manera extraña a aquella petición pero luego cambie mi expresión a una comprensiva y calmada, recordé qué Yo tiene problemas en su hogar ── Por supuesto, veamos un par de películas en casa.

── Oye una pregunta, ¿tú primo estará allí?

── Lo más probable es qué sí, ¿por qué? no me digas que te gusta. ── soltó una escasa pero muy burlona risa en cuánto pronuncio aquella frase

── ¡Por supuesto qué no! Idiota, sólo qué él conoce juegos qué yo no.

── Esta bien, vamos a por ese café.

Hiori le había servido de gran ayuda para olvidar aquella dolorosa vista qué tuvo, no le quería dar muchas vueltas al asunto y en sus pensamientos negaba qué su chico estuviera interesado en alguien más, cómo de ese chico albino. Es tan positivo y optimista qué piensa qué sólo fue una salida de amigos entre ellos dos.

El café qué su amigo recomendó resultó ser muy rico y bueno, realmente le había fascinado y juntos llevaron un par de dulces y postres para degustarlo llegando a casa, de algo estaba seguro Ranze. Esa noche no dormiría nada.

Con Hiori Yo las horas son segundos,
ese gamer nunca se cansa de jugar.

Después se daría cuenta de otro interés romántico sobre su chico, un chico riquillo qué lo quiere sólo para él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 28 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❣  MORDIDΛS ❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora