Después de haber atravesado el portal, aparecería en medio de un campo, así yo empezaría a caminar por unos 20 minutos hasta ver un cementerio de autos y motocicletas.
Así yo me acercaría y empecé a caminar entre los diferentes autos y motos abandonados, y en ése momento miraría una Ducati XDiavel (La moto de Leon) así yo acercándome, para después subirme en la moto, transfiriendo mi poder a la moto, y esta quedando como nueva.
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Pero en ése momento me llegaría una sensación, como si a alguien inocente hubieran lastimado, así el espíritu de la venganza apareció, transformandome, acelerando la moto al máximo, llenándose de fuego.
Así llendome a el lugar dónde provenía el dolor, yendo a más de 1200 km/h, viendo una ciudad que reconocería al instante, siendo la ciudad de Nueva York, pero seguiría mi camino hasta llegar al lugar, siendo un banco.
En el Banco
Habían 6 hombres llevando armas y pasamontañas, y en el suelo había una mujer con una herida de bala en el estómago, por haber activado la alarma y alertar a la policía.
Mujer: La Policía ya viene. Diría sujetando su estomago.
Ladrón 1: De nada te servirá, te vas a morir. Dijo apuntandole con un arma.
Mujer: Algún Héroe los detendrá. Dijo con esfuerzo.
Ladrón 2: Jajaja jajaja. Se empezó a reír junto a los demás.
Ladrón 3: Los Héroes sólo nos llevarían a una cárcel, de la cuál podríamos escapar. Diría con burla.
Así el ladrón 1 estaba por disparar a la mujer, pero en éso todos escucharían un ruido extraño. Y en ése momento la entrada del banco explotaría, viendo al responsable, siendo un esqueleto en llamas subido en una motocicleta.
Así yo bajaría de la moto, estando de espalda, pero rápidamente me daría la vuelta, comenzando a caminar hacía uno de los ladrones, el cuál me dispararía con un lanza granadas, mandándome a un pared con una explosión.
Ladrón 4: No es tan rudo. Diría para darse la vuelta y empezando a caminar, pero en eso sentiría una mano en su hombro.
Yo: Oye, Calvito. Así el ladrón se dio la vuelta, siendo recibido por un puñetazo en la cara que lo mandaría varios metros hacia atrás, con una horrible quemadura en la cara.
Así yo empezando a caminar, sacando mis cadenas y prendiendolas en fuego del infierno.
Ladrón 4: ¡TEN PIEDAD! Gritaría lleno de dolor, terror y desesperación.
Yo: Lo siento, yo no tengo piedad. Diría con una voz demoníaca, para seguido de eso lanzarle mis cadenas que se envolvieron en su pecho, empezando a quemar le el cuerpo.
Ladrón 4: ¡AYÚDENME! Gritaría en enorme agonía, pero ninguno de sus amigos lo ayudarían al estar muy asustados, y al casi estar lleno de fuego, yo jalaria mis cadenas volviendo al ladrón cenizas.
