LA REUNION (VISION II)

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Changbin y Jeongin.

Jeongin.

El miedo recorría mi espina dorsal, sentía que me faltaba el aire. Lo último que escuche al salir de esa habitación, fue a un hombre ser torturado. Lo peor es que él lo merecía, Changbin menciono lo que él le hacía a su hija, sentí pena pues el hombre sufrirá un infierno ahí.

Mire al hombre que llevaba acabo la reunión todo el tiempo su forma de danzar por la habitación como todo un rey y aunque todo el tiempo me mantuve atrás de Changbin era tan intimidante y atrayente, pero que tonto era debía haberme quedado en casa, en estos momentos Deimos debe estar por llegar y yo aquí, saliendo de una mansión a la cual no tenía el ánimo para venir.

—Bueno, será mejor irnos.— dijo mi hermano Hyunjin, yo puse los ojos en blanco. Eso es lo que quería hacer hace cuarenta minutos, pero no aquí estoy.

— No, ahorita es peligroso Hyunjin. Será mejor que los acompañemos.— Chan interrumpió a mi hermano, yo me cruce brazos.

—Peligroso o no, yo no puedo estar ni un minuto más aquí.— empecé a caminar hacia los arbustos por donde llegamos.

—¿Jeongin? Aguarda, espera...—la voz de Changbin se escuchaba, seguí caminando no me iba a detener por nada.—Oye en estos momentos el bosque es peligroso...

Seguí caminando, aunque no sabía muy bien hacia donde, creo que mi inmadurez me hizo ir hacia un sedero que no era.

El me detuvo y me tomo por los hombros.—Tienes que escucharme, el bosque es peligros deberías ver hacia donde caminas, un paso en falso y puedes regresar al nido del infierno que es en estos momentos mi casa...

Su voz sonaba en un tono firme y frio, mis ojos se concentraron en los suyos. Tenía unos hermosos ojos cafés con unos destellos ¿morados? ¿violetas? No podía identificar el color, nunca me imagine que alguien tuviera ese tono de ojos y ni hablar de su piel, el era pálido demasiado, pareciera que el sol no le hubiera dado en años, y su cabello negro lacio, me era imposible no perderme en la belleza de este idiota.

Entonces reaccione. Él está obsesionado con mi hermano mayor. Él quería protegerlo a él no a mí. Él entro a mi habitación por error, el buscaba la de mi hermano no la mía.

—¿Y eso que importa?— mi boca ni siquiera pensó las palabras, solo las soltó.

Me deshice de su agarre, y volví a tomar rumbo. Él solo me siguió.— Eres un terco, y un mimado. Sabes que hay personas malas en estos momentos aquí y tu sigues con tus niñerías...

Sentía que la sangre se me subía a la cara, era un chico irritante. Su belleza era el equivalente de su idiotez, el seguía vacilando y diciendo lo inconsciente que a veces soy, que mi manera de actuar no era muy madura.

Pero entonces explote.—¿Cuál es tu maldito problema? No entiendo tu represaría, empezando por el hecho que tu no me querías a mi querías a Minho...

El freno en seco, yo seguí caminando, parecía que lo había dejado mudo.

—¿Cómo es que tú?— ahora fui yo la que frene.

"Porque de alguna manera no sé cómo, puede percibir los sentimientos y ninguno de ustedes tres, siente algo cuando me ve."— Mi mente contesto, pero no lo dije en voz alta, solo me gire a verlo.

—No soy tonto, es fácil darme cuenta que tu, Jisung y mi hermano viven algo llamado triangulo amoroso.— no quería ni mirarlo, sabía que me suavizaría si lo hacía.

El alzo una ceja, y de momento frunció el seño.—Sabias que era yo el que entro a tu cuarto esa noche, ¿no es así?

—Si.— mi voz salió como un susurro.

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