Prólogo

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7 abril del 2021

Nueva York, Nueva York.

Algunas veces quisiera ahorcar a mi madre.

No me malentiendan. No me considero una mala hija ni mucho menos una mal agradecida.

Amo a mis padres con toda mi fuerza pero a veces son demasiado...ellos.

Ambos son profesores de literatura de NYU. Son respetados y excelentes en su trabajo.

Desde niña me inculcaron el amor a los libros y comencé a escribir para mí en la juventud solo por diversión. Eventualmente y después de ganar el aclamado premio de "La rosa" que otorgan solo a futuras promesas, decidí intentarlo y atreverme a publicar una historia en una plataforma gratuita, jamás esperé se volviera tal éxito que llamara la atención de editoriales reales.

Y aunque el premio "La rosa" es un selectivo y no muy común honor también significa una presión extra pues sabes a partir de ese momento seguirán tu carrera muy de cerca esperando que logres las grandes cosas que presagiaron para ti, o bien esperando a ver tu caída.

En un punto intermedio de ambas afirmaciones se encontraba mi madre. A veces no sabía si ella esperaba mi éxito o mi derrota.

Alice Fitzgerald es una profesora muy inteligente y capaz. Es elogiada y aclamada, pero a veces no logro quitarme la idea de que trata de proyectar alguno de sus sueños a través de mí y aunque un par de ellos los comparto otros, y sobre todo sus medios, no.

Constantemente me presiona a ser mi mejor versión y eso se lo agradezco pero no aprecio los comentarios hirientes que solo logran hacerme insegura.

Mi padre por otro lado es un ser muy tranquilo y adorable. También es profesor y ama la literatura pero a diferencia de mi exigente madre él no me presiona o hace sacar mi peor parte con insultos.

Siempre me ha apoyado y enseñado todo lo que sabe. Nunca me ha dejado sola.

Ambos me han apoyado en mi carrera pero de diferentes formas.

...

Mi primer libro "Almas perdidas" fue un sorpresivo éxito. Nunca había intentado escribir un thriller pero una vez que inicié las ideas no pararon de brotar.

Siempre recordaré su creación como uno de los momentos más gratificantes que he vivido en la escritura.

Una gran editorial me dio la oportunidad de publicar dicha historia después de que el libro recibiera gran apogeo en la plataforma que lo había publicado.

Tras un par de cambios, un par de pulidas y con ayuda de mi fabulosa editora y asesora Anne Stoddard el libro ha llegado a diversos países y personas.

Su éxito me tomó por sorpresa, como a todos, pero me hizo inmensamente feliz.  O bueno eso hasta que llegó el primer golpe de mi madre ¿podría ser capaz de replicar el éxito o moriría en el olvido?

La situación es que tras ese primer gran éxito la vara a quedado muy alta. Tanto la editorial como mi madre esperan como mínimo lo mismo.

Me han encargado una secuela lo más pronto posible pero yo no logro encontrar ni una sola inspiración.

El primer libro llegó fácilmente a mí porque no lo buscaba y no tenía presiones pero ahora que se me dice debo hacer otro igual o mejor en tiempo récord me revuelve el estómago. La alternativa que se ha encargado mi madre en color en mi cabeza es ser considerada como otra falsa estrella en ascenso... bueno eso sí que era una carga pesada.

Sweet Nothing |  MAX VERSTAPPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora