Sweet Nothing
—by polasnow
💭Diciembre 2021
Ámsterdam, Países Bajos
¿Por qué lo invité a hacer pizza casera si nunca en mi existencia había hecho una?
Desde que amaneció me dediqué a investigar cómo hacer la dichosa pizza casera. ¿Qué tan difícil podría ser? Spoiler: más de lo que creí.
Tuve que correr desde muy temprano al súper a comprar todo lo necesario y luego volver en tiempo récord para hacer un par de intentos antes de que dieran las seis y llegara Max.
Para el momento del intento número tres, debo decir que estaba mejorando. Ésta salió menos desastrosa que sus dos predecesoras. Eso ya era un avance.
Corrí a recoger el desastre que había hecho en mi cocina para después correr a arreglar el desastre que era yo.
Diez minutos antes de las seis todo estaba listo. Me había alistado en tiempo récord y la cocina se veía como nueva.
Acomodé todo lo que había conseguido para las visitas, además de los ingredientes había traído un par de botellas de vino, papitas y una tarta de frutos rojos. Ya si la comida no salía al menos le podría dar algo sin riesgo a que saliera enfermo.
También había comprado un par de huesitos y un traste de agua para Theon que coloqué en una esquina de la cocina.
Estaba lista para recibir visitas.
Era la primera vez que recibía en este departamento así que estaba algo impaciente porque saliera todo bien. Eso y el hecho de que había besado el día anterior a la persona que vendría hoy y aún no sabía muy bien qué éramos. Todo esto era territorio extraño para mí.
A las seis, a tiempo como siempre, la puerta sonó con un par de golpes y me dirigí a ella. Un ladrido conocido evitó preguntara quién estaba detrás de la puerta haciéndome reír.
Al abrirla un Theon sentado y alegre me sonrió con la lengua de fuera. A su lado, su dueño tapado por un ramo de tulipanes amarillos me sonrió.
De cierta manera ambos (perro y humano) se parecían y me dio ternura pensar en ellos. Quizá era cierto lo que decían. Todo se parece a su dueño.
Abrí bien la puerta dejándolos pasar y comenzó el primer problema.
No estaba segura de cómo debía saludarlo: ¿un abrazo, apretón de manos o un beso?
Pero antes de tomar una decisión Theon se aventó sobre mí a saludarme haciéndome retroceder y abrazarlo. — Theon, pequeño. ¡Yo también te extrañé!
Theon procedió a recorrer mi sala como si fuera si ya conociera el lugar, haciendo que su dueño por fin se acercara a mí. Me levanté y él me entregó el ramo de flores y antes de pasar por la discusión mental de cómo saludarlo otra vez me dio un tierno beso en la frente. Instintivamente cerré los ojos y el olor de las flores llegó a mi nariz con intensidad.
ESTÁS LEYENDO
Sweet Nothing | MAX VERSTAPPEN
Hayran KurguEvangeline Fitzgerald es una joven escritora en ascenso. Tras otra pelea sobre su futuro con su exigente madre termina huyendo con sus dos mejores amigos Lily y Óscar que tratarán de distraerla de sus problemas con una inmersión en el mundo de l...