Capitulo 1

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prefectura de Kioto, jaku 

hace 11 años



"¡Suéltame ya!", la voz de una niña resonaba en el oscuro callejón, luchando contra el agarre de unos matones que buscaban arrebatarle lo poco que tenía.


"¿Ya dejaste de gritar? Nadie va a venir a salvarte aquí", se burlaba uno de ellos, mientras los otros reían. "¿Crees que un héroe vendrá a tu rescate? ¡Ja, qué ilusa!"


La niña, desesperada, encontró un momento de descuido y se liberó, corriendo por el callejón. "Por favor, alguien... necesito ayuda", susurraba en su mente, sabiendo que esta vez su destino parecía sellado. 


Al doblar la esquina, chocó con una figura oscura. "¡Ay, eso dolió!", se quejó mientras intentaba recobrar el equilibrio. Alzo la vista para encontrarse con un hombre vestido completamente de negro, su rostro oculto tras una máscara que parecía fundirse con la sombra. "Pero mira lo que tenemos aquí, ¿acaso no deberías ser mas cuidadosa, pequeña?", susurró el hombre en tono misterioso, mientras la niña retrocedía, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.


La pequeña niña apenas logró articular unas palabras apenas audibles antes de que el miedo le cerrara la garganta. Rápidamente, al escuchar los gritos de los matones acercarse, se escondió tras el misterioso hombre de negro, buscando refugio en su sombra protectora.

Los matones, enfurecidos por la fuga de su presa, doblaron la esquina con malicia en los ojos. Sin embargo, al encontrarse con la figura imponente del hombre enmascarado, el aire pareció helarse en el callejón. Una sonrisa siniestra se dibujó en el rostro del líder de los matones, desafiante ante la oscura presencia que se interponía en su camino. El hombre enmascarado, sin mover un músculo, emanaba una aura de peligro latente, como si estuviera al borde de liberar una tormenta de venganza sobre los intrusos que osaban interrumpir su camino. 

El hombre, con una voz profunda y firme, cortó el aire con una unica palabra: "¡Lárguense!".

Los matones, sorprendidos por la autoridad y la intensidad de su tono, retrocedieron instintivamente, como si una fuerza invisible los empujara hacia atrás. Sus rostros pálidos reflejaban el temor que sentían al enfrentarse a esta figura enigmática que exudaba poder y determinación, sin atreverse a desafiarlo los matones murmuraron unas disculpas apresuradas y se dispersaron en la oscuridad del callejón, dejando atrás a la pequeña niña y al hombre enmascarado.

La niña, aún temblorosa por la experiencia, miró al hombre con gratitud y asombro. ¿Quién era este extraño protector que había venido en su rescate? sin decir una palabra más, ofreció una mano a la niña, indicándole que estaba a salvo ahora. Juntos, se adentraron en la noche, dejando atrás el callejón y las sombras que lo habían envuelto en peligro.



Prefectura de Kioto, jaku

Hoy en dia


El hombre enmascarado observaba con admiración a la joven que alguna vez había rescatado en un callejón oscuro. Había pasado el tiempo y la pequeña niña se había transformado en una adolescente lista para emprender su próximo desafío: infiltrarse en la prestigiosa UA.

Con su uniforme impecable y su cabello perfectamente arreglado, la joven irradiaba determinación y confianza, a pesar de su seriedad el hombre enmascarado podía percibir la chispa de valentía que brillaba en sus ojos. Asintiendo con aprobación aceptó que su "experimento" había sido un éxito, la joven estaba lista para enfrentar los desafíos que se avecinaban, y él estaba seguro de que cumpliría su misión con éxito. 

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