𝑵𝒊𝒙

Capitulo 8

Pov yami

Entré al bar de Kurogiri con la respiración pesada despues de que me haya llamado de urgencia para una reunion, el lugar estaba oscuro, apenas iluminado por las luces tenues que arrojaban sombras largas y siniestras sobre las paredes. Tomura y Kurogiri me esperaban, sus miradas cargadas de desdén y sospecha, pude sentir el odio de Tomura, casi palpable, mientras avanzaba hacia ellos.

"Bienvenida, Yami. Te estábamos extrañando" dijo Kurogiri con una voz tranquila. Asentí, sin decir nada y me senté al lado de Tomura.

"Bien, los llamé para poder hablar sobre lo que pasó en las instalaciones de..." comenzó Kurogiri pero no pudo terminar ya que Tomura lo interrumpió con un gruñido.

"¿Qué demonios crees que estabas haciendo?" Tomura gruñó, su voz temblando de furia "Te interpusiste en mi camino, por tu culpa, nuestro plan se fue a la mierda"

La ira me recorrió como un incendio. No podía soportar que me acusara después de todo lo que había pasado "¿Qué me creo? ¡El Nomu me atacó y casi me mata por tu culpa! ¿Crees que tengo tiempo para preocuparme por tus estúpidos planes cuando estaba luchando por mi vida?" Mi voz salió temblorosa, cargada de ira y dolor.

Kurogiri, viendo cómo la situación se descontrolaba, se interpuso entre nosotros, creando una barrera de sombra que nos separaba "¡Basta! No resolverán nada peleando aquí. Este no es el lugar para esto."

Sentía las sombras como una extensión de mí misma, esta sensacion comence a sentirla desde el dia que estaba en el hospital, sin mas me teletransporté apareciendo detrás de Tomura antes de que pudiera reaccionar. Le propiné una patada en la espalda, enviándolo contra la barra del bar "¡Tú no eres nadie para mandarme en este maldito mundo!" grité, mi voz resonando en el espacio cerrado.

Tomura se levantó con un gruñido, su rostro contorsionado por la furia. Se abalanzó hacia mí, agarrándome del cuello y tumbándome con fuerza al suelo "¡Quiero que recuerdes de dónde vienes, sangre sucia!" Escupió las palabras, su voz un susurro venenoso que perforó mi alma.

Kurogiri se movió rápidamente, creando una barrera de oscuridad que nos separaba antes de que las cosas pudieran empeorar. "¡Basta los dos! No pueden pelear aquí. Este no es el lugar para resolver sus diferencias." Su voz era firme, pero había una urgencia en su tono que indicaba el peligro inminente.

Me levanté con dificultad, mi respiración entrecortada y mis ojos llenos de lágrimas de rabia e impotencia. 

Sin decir una palabra más, me dirigí hacia la salida "No tengo tiempo para esto" murmuré, más para mí misma que para los demás. Al salir del bar, las lágrimas caían silenciosamente por mis mejillas, cada gota cargada de dolor y frustración.

El silencio que siguió fue opresivo, mientras me alejaba, podía sentir la mirada de Tomura quemando mi espalda. 

Su promesa de venganza colgaba en el aire, dejándome con una sensación de inquietud y anticipación que me acompañó hasta mucho después de haber dejado el bar de Kurogiri.

...

Los días se deslizaron a una velocidad inquietante, cargados de intensos entrenamientos mientras nos preparábamos para el festival deportivo. 

La sala de espera de la clase estaba impregnada de un nerviosismo palpable, un murmullo constante de conversaciones ansiosas y susurros, yo estaba sentada al lado de Mina, tratando de ajustar unas vendas sobre las partes adoloridas de mi cuerpo. Las vendas estaban empapadas de sudor y dolor, aunque el uniforme de competición era necesario, no podía evitar anhelar el traje que hubiera optimizado mis habilidades.