Luego del Tercer impacto, Shinji termina solo en la sombría playa mirando su mundo en ruinas...una parte de él siente la verdadera soledad pero mezclado con un alivio que recorre su cuerpo, decidió ser el mismo en aquel mundo.
Pero...el no sabe que...
El sonido despareció...ni un solo sollozo cerca a lo lejos...la vida se ha ido.
Las nubes color rojo y el mar carmesí cubrían la tierra desolada por el gran cataclismo ocurrido recientemente, su olor extrañamente metálico entraba en las fosas nasales de las dos presencias solitarias que permanecían sentados en la solitaria playa distanciados por una moderada distancia.
La vista era tan hermosa como escalofriante, el espacio exterior era visible a través de la invisible atmosfera del planeta ahora rojo, la luna sangraba lentamente en su sitio mirando directamente a la tierra expresando su imponente tamaño al frente de ella.
El chico pelinegro estaba de espaldas de ella sin notar su presencia, notó que sus manos temblaban ligeramente, su piel debajo de esa camisa blanca sentía el frío que lo rodeaba, era algo tortuoso y...patético para él mismo. Pero no podía quejarse, era mejor que convertirse UNO con los demás humanos, después de todo decidió quedarse con su individualidad.
"Esto es una existencia algo...vacía"
Pensó el humano mientras se acuesta en la arena en posición fetal como un recurso desesperado para calentarse, la atmosfera cambio durante las últimas horas, estaba reinando en el ambiente sombrío que dejó el Tercer impacto, los cuerpos endurecidos de los EVA serie eran las únicas cosas que adornaban aquel moribundo paisaje; unos pasos resonaron en los oídos del joven...aquellos pasos desconocidos, no se había dado cuenta de una segunda presencia cerca.
Rápidamente el giro su cabeza para ver quien estaba ahí merodeando, miro hacia arriba y vio a una... ¿humana?, Pronto sus pupilas se contraen en un segundo; no podía creer lo que tenía al frente suyo, lo aterraba, era como un sentimiento de pánico que rápidamente cubría cada fibra de su ser con tan solo visualizar la extraña figura.
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Su piel blanquecina como nieve, sus ojos aterradoramente dorados y brillantes, su expresión neutral que lo carcomía por dentro por tan solo hacer un breve contacto visual, las cuatro alas que llevaba atrás de su espalda, levanto un poco la mirada hacia su pecho y vio que esta criatura tenía un núcleo rojo en el centro. En conclusión...era un ÁNGEL
Estaba atónito ante la presencia del ángel y no podía moverse ni hablar, era como si se hubiera congelado en el tiempo, sus ojos eran los únicos que se movían tratando de hacer contacto visual con el ser, pero cada vez era más y más. difícil.
El ángel se acercaba con un paso ligero, como si flotara por encima de la arena, cada vez más cerca y más cerca. El miedo en su interior era tan fuerte que su cuerpo se sentía estática como una estatua con el corazón latiendo a toda velocidad
Los labios del ángel se formaron en una ligera sonrisa, su expresión era casi humana a pesar de ser un ser extraño. Sus ojos brillaban como un rayo de luz en la noche, y sus plumas parecían moverse por sí solas a la brisa.
Se estaba acercando, cada vez más cerca, y más cerca. Estaba a escasos metros de distancia y todavía ninguno de los dos había dejado de mirarse a los ojos, como si se hubieran hipnotizado en ese contacto visual.
