Me despierto por la molesta luz de la mañana, el despertador suena como de costumbre a las 5 de la mañana, para permitirme preparar todo para ir al instituto.
Me enfundo de mis pantuflas y me dirijo al baño, hacer mis necesidades y darme una relajante ducha de agua caliente, lavo todo mi cuerpo, con una esponja y jabón.
Enfundó mi cuerpo con una toalla para sentarme en el tocador y secar mi cabello.
La maraña de cabello rebelde recientemente mojada esta completamente seca, pero de igual manera, se asemeja a un frondoso árbol con algunas hojas rebeldes y lo acomodo con un poco de espuma para que queden unas ondas hermosas.
Voy al armario y me coloco mi ropa interior, para después vestirme con el uniforme.
Voy en último año de preparatoria, con mi hermano Theodore.
Theodore es mayor que yo por dos años, tuvo que repetir su último año, lo detuvieron en un país latino en vacaciones, ¿Por qué? fumar mariguana y portación de estupefacientes.
Recuerdo cuando llamaron de la embajada, papá se puso furioso y mamá como una total histérica, viajaron al otro lado del continente americano solo para sacar a Teddy. A mi me dejaron a cargo de los abuelos, no pase malas vacaciones.
Desde esa vez, papá no le permite salir a ninguna fiesta del instituto, sin excepciones.
Theodore y yo estudiamos en el mejor instituto de Seattle, portamos uniformes de la mejor calidad y las chicas llevan sus mejores bolsos Gucci y Chanel, mientras que yo porto una mochila que mi tía Mia me trajo de Londres, según ella es de Versace.
Insistí en que me dejaran, por lo menos a mi, terminar la preparatoria en un instituto público, papá se reusó de tal manera que discutió con mamá, aunque realmente no fue una discusión, 5 minutos después se escuchaban gemidos en su recámara.
Ya lista, me dirijo a la cocina, encontrándome con la señora Jones y mi mamá.
-Buenos días – me reciben con una sonrisa a mi saludo mañanero
Coloco mi mochila en el sillón.
-¿Como dormiste cariño? – pregunta mi mamá con una taza de té en sus manos.
Mi mamá, ella es tan bonita, sus ojos azules reflejan bondad, su sonrisa, su piel clara, a pesar de la edad, se sigue viendo tan hermosa y llena de vida.
Sonrió.
-Como de costumbre, bien, pero desperté con mucha hambre – sonrió mientras froto mi estómago enzima de mi blazer.
Sonríe, mientras deja su taza en la encimera y se levanta del banquillo, para dirigirse al refrigerador.
-¿Quieres tu ensalada de frutas? – me pregunta, afirmó con la cabeza.
Me siento en unos de los banquillos, sacando mi móvil de la mochila.
-Jannys organizó una reunión en su casa, por el fin de curso, sus papás no están – comentó.
Con la mitad de un kiwi en la mano, mi mamá voltea.
-¿Cuándo vas a decidirte a ir a una fiesta, cariño? Es tu ultimo año, disfruta, esto no sucede siempre – me dice tranquila mientras coloca unas uvas en mi lonchera y en mi plato para desayunar.
Sonrió, no soy de mucho ir a fiestas, de echo, nunca he pisado una discoteca.
-Mamá, realmente quiero enfocarme en lo que quiero, no quiero andar de parranda, además, no tengo la edad suficiente para andar por ahí y papá no me dejaría salir, ni con seguridad siquiera – digo con ironía lo de papá.
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Heridas del Alma... Phoebe Grey PRIMERA TEMPORADA (Terminada)(Proceso edición)
Fanfiction- No quería que mi princesa sufriera de esta manera... - dijo Christian el un sollozo - Papá, las princesas también sufrimos...