El coqueteo era mutuo, eran dos almas fuertes pegadas por un imán llamado ganas , ganas de de hacer el amor como locos , ganas de vivir un futuro juntos , ganas de reír hasta de lo más mínimo, mirarse fijamente se volvió más que una costumbre una obligación para sentirse lleno, ese coqueteo antes de hacer el amor simplemente para sentir la adrenalina de antemano, ese escalofríos que sube y baja por el estómago cada ves que sus labios rozan y su lengua juega con el labio inferior, esa mirada inquieta por partes del cuerpo prohibidas , ese gemido escondido y silencio para que nadie escuche lo excitados que están... Esa es la vida de unos enamorados, esa es la rutina diaria de una pareja llena de lujuria y sabiduría, llena de placer y fortaleza, esa es la sinfonía de un lugar feliz...