incondicional

AGRADABLE

Yibo mantenía los brazos cruzados a la altura de su pecho y su ceño estaba fruncido, con mera molestia.

---Aquí está mi borrador de mi trabajo - Fanxing le entrega la usb a la profesora.

---Ziyi, dame tus borradores también - se direge a la chica.

---Yo...no los tengo - murmura con la cabeza baja.

Fanxing bufa en voz alta.

-Eso quiere decir.. -la profesora es interrumpida por el alfa.

--Debió pedir los borradores desde un principio y así ahorrar las lágrimas de fanxing por pensar que fue reprobado - reclama molesto. Para el rubio Fanxing era como su hermano pequeño que debía cuidar.

La mujer acepta su error.

---Lamento eso Fanxing - se disculpa.

---Solo no quiero que vuelva a pasar- responde el castaño.

---Y tu Ziyi ¿no tienes algo que decir? - la mujer se dirige a la rubia.

---Lo...siento - balbucea.

La chica no espera respuesta y sale corriendo de la habitación.
Fanxing se gira a Yibo, y lo abraza.

---Gracias, Ge - sonríe el omega.

---No es nada - acaricia la cabeza del omega.

La maestra se vuelve a disculpar y se retira.

---Bueno, me voy, tengo una reunión por la tarde. Nos vemos en casa...

---No iré, me quedaré con Pei-Xin ¿recuerdas?

---Lo olvide. Entonces hasta mañana, te comportas - advierte, señalándolo.
Fanxing ríe y niega divertido.

[....]

El azabache mantenía su cabeza dentro el libro que debía estudiar para el día siguiente. Pero su mente estaba en otro lado.

Pronto tendría una cita con Yibo, esa era su oportunidad para conocer al alfa. Zhan seguía pensando que la actitud del rubio solo era una fachada de la verdadera. Temía que fuera así. Ya que el alfa estaba siendo muy dulce con él.

Aún tiene presente ese beso que depositó muy cerca de sus labios. En como su corazón se aceleró y sus mejillas ardieron por un simple toque.

Simplemente Zhan pensaba que se estaba volviendo loco por estar encerrado todos los días.

Bueno sobre volverse loco por estar encerrado solo era una excusa ya que en su casa tampoco salia porque su padre decía que era una vergüenza. Tal vez Yibo también pensaba lo
mismo. Agitó su cabeza alejando el último pensamiento.

Yibo lo invito a salir y eso ya era algo ¿no? Tal vez si se comportaba Yibo lo sacaría de nuevo.

Los pensamientos del omega estaban llenos de inseguridades, era como una nube tormentosa que alimentaba a sus miedos. Siempre fue así. En su vida nunca le pasaba nada bueno, salir de su casa y casarse. Pero lo primero quizá no era malo.

---Hola, Zhan - el azabache se sobresalta y baja el libro para centrar su mirada en el alfa.

---Hola -dice, se levanta y va hacia al rubio.

---¿Te interrumpi ? - pregunta el alfa.

-No, ya he terminado -responde, Zhan.

---Toma - le extiende una rosa azul ---la vi y no evité pensar en ti.

Zhan tiene que controlar el temblor
de su mano antes de tomarla.

---Gracias - murmura sin quitar la mirada de la bonita rosa.