──𝐑𝐄𝐁𝐄𝐋 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀:
Jungwon siempre fue lo
contrario de lo que la gente
quería que fuera, y eso fue
lo que hizo que Sunghoon
cayera por él.
𝐄𝐍𝐇𝐀𝐅𝐅𝐈𝐂
⚝ adaptación...
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Miraba desde lejos la cancha de voleibol donde el omega de cabellos rojos jugaba. Sunghoon llevaba enamorado de Jungwon hace ya unos cuantos meses, aquel omega lo traía loco y no sabía la razón.
—Es tu predestinado —Heeseung, su mejor amigo, apareció a su lado—, No encuentro otra razón para que te tenga tan bobo, ¡las clases ya terminaron y tú aún sigues en la escuela!
—También lo he pensado —confesó metiéndose una papita a la boca.
—Deberías hablar con él —el alfa se atragantó con su jugo cuando escuchó eso, el beta lo vió raro.
—Ya lo he intentado ¿recuerdas?, lo iba a hacer la semana pasada pero el grandulón de Park se puso en mi camino.
—Cierto —suspiró y le dio unas palmadas en la espalda—. Lo siento amigo, parece que él destino no quieren que estén juntos.
Sunghoon asintió, su amigo tenía razón.
—Oye, ¿No te tocaba ir a trabajar hoy? —preguntó el beta.
—¡Mierda, el trabajo! —exclamó y salió corriendo de ahí.
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—¿Lo viste? —le preguntó Sunoo a Jungwon.
—¿A quién? —preguntó mientras se colocaba sus ganchitos en el cabello.
—A Sunghoon sunbae, ¡te estaba mirando!
—¿Sunghoon me estaba mirando? —preguntó incrédulo, sin poder creer que aquel solitario alfa de sonrisa bonita lo estuvo mirando.
—Que sí, estúpido, te acabo de decir que sí —le dió un zape en la nunca—. Creo que le gustas, deberías hablar con él.
—¿Estás loco? Se va a armar un chisme si voy y le hablo, pero no creo que él lo haga, o es muy tímido para venir a hablarme o es un orgulloso que quiere que yo de la iniciativa —hizo una mueca al pensarlo, recostándose de la máquina expendedora.
—Me inclino más por la primera —dijo mientras metía un billete en la máquina expendedora—. La otra vez lo vi acercándose a la mesa en la hora del almuerzo, pero vió a Jongseong y se regresó a su mesa —sacó la botella de la máquina y la abrió, tomando un sorbo.
—¿Cuándo fué? No recuerdo haberlo visto —preguntó sin recordar aquello.
—Estabas de espalda —explicó, caminando por los pasillos en dirección a la salida—. ¿Quieres ir al café que te comente ayer?
—Está bi...
No pudo terminar de hablar ya que había tropezado con alguien, cuando se iba a disculpar, hizo una mueca al ver quien era.
