𝐑𝐄𝐁𝐄𝐋 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 𔓕 sungwon.

✿ ཿ chapter seven.

                   

La semana había pasado demasiado rápido para el gusto de Sunghoon.

Ya era sábado y por lo tanto, conocería a la hermana de Jungwon.

Estaba nervioso, a pesar de que Jungwon le dijo que no se preocupara, estaba preocupado.

Y es que jamás pensó que estaría en esa situación, al menos no tan pronto, pero no era momento para arrepentirse, no cuando estaba a una cuadra de la casa de Jungwon. Pensó en llevarle flores, pero recordó que Jungwon le había dicho que su hermana no era muy de ellas, entonces tachó esa idea.

—Vamos Sunghoon, sólo conocerás a la hermana de tu aún no novio, por lo que eso la convierte en tu aún no cuñada. Sencillo, no tengo por qué preocuparme.

Para cuando estuvo enfrente de la casa de Jungwon, se dio el tiempo de darse ánimos y tocar el timbre, la puerta se abrió dejando ver a Jungwon.

—¡Hyung!

—Wonnie.

—Me estaba colocando mis calcetines —miró hacia abajo, viendo como Jungwon tenía un calcetín puesto y su otro pie no lo tenía—. Puede esperar en la sala, mi mamá salió.

Se hizo a un lado para que el alfa pasara, éste entró a la casa susurrando un «permiso» y quitándose los zapatos, como su mamá le había enseñado cuando era más pequeño, Jungwon lo guió hasta la sala.

—Espere aquí, no me tardó —le dijo. Sunghoon asintió y vio a Jungwon salir de la habitación.

LA CASA HUELE A JUNGWON, ME ENCANTA.

Sunghoon estuvo de acuerdo con su
lobo, también odia oler un leve olor a canela y chocolate (que suponía que era de la madre de Jungwon), todo lo demás era el olor de Jungwon, miel y avena.

Dejando de lado el aroma del chico, la sala era acogedora. Los tonos café y blanco contrastaban perfectamente y la chimenea le daba un toque hogareño.

Habían unos cuadros con fotos, pudo distinguir a Jungwon en varias de esa, su favorita era donde aparecía disfrazado de una vaca, debía de tener como tres años en esa foto.

—¡Listo! Podemos irnos.

Salieron de la casa, no sin antes asegurarse de que la puerta esté cerrada.

                   

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Hace cinco minutos, Jungwon había hablado con su hermana, ésta le dijo que llegaría en diez minutos, lo que lo puso más nervioso.

—Hyung, ¿está bien? —dijo al ver a la pierna de Sunghoon moverse repetidamente.

—Estoy nervioso, ¿y si no le caigo bien?

—Lo hará, créame, ¿le digo algo sobre mi? —Sunghoon asintió—. No me suelen caer bien muchas personas, en la escuela sólo me caen bien como veinte personas y sin embargo, es sólo porque tengo que convivir con ellas, mi hermana sabe que si le presento a alguien es porque es especial.

Sunghoon sonrió sin gracia.

—Gracias por darme ánimos.

—No tienes por qué agradecerlo —se escuchó la campanita de la cafeteria, una alfa apareciendo por ella—. ¡Noona, aquí!

Los músculos de Sunghoon se volvieron a tensar en cuanto vio a la mujer acercarse a ellos y abrazar al pelirrojo.

Su cabello era naturalmente rubio, sus ojos color café igual a los de Jungwon, sí, parecían hermanos.

—¡Wonnie! —saludó la chica—. Te extrañé.

—Yo igual —dijo separándose del abrazo—. Noona, él es Park Sunghoon —tomó la mano del azabache—. Mi futuro alfa.

La alfa miró a Sunghoon, extendiendo su mano cuando terminó de analizarlo.

—Un gusto en conocerte, Sunghoon, soy Yang Chaeyoung, hermana mayor de Jungwon —se presentó.

—El gusto es mío —aceptó el saludo.

Luego de aquella mini presentación, la alfa les habló sobre su viaje a Paris, contando sobre cómo una señora la confundió con una modelo.

El omega menor dijo que tenía que ir al baño, yéndose de ahí dejándolos solos.

Que no me pregunte nada.

—Y dime, Sunghoon, ¿Cuántos años tienes?

Ya empezó.

—Tengo dieciséis.

—¿Qué clases de intenciones tienes con mi hermano? —lo miró seria, asustando un poco al pelinegro.

Estaba hablando con una alfa, el siendo uno sabía lo protectores que podrían ser con los miembros de su familia. Tenía que pensar bien antes de hablar.

—Su hermano me gusta mucho, podría atreverme a decir que hace más de seis meses y hasta hace poco que empezamos a hablar, sólo quiero hacer las cosas bien con él y que sea feliz.

La alfa ablandó su mirada, desde que vio al alfa pudo notar que no era un patán.

—Me alegro que lo quieras, Jungwonnie merece a alguien que lo haga sentir feliz y amado, eres el indicado.

Sunghoon sonrió, ya tenía el apoyo de su cuñada al menos.

Segundos después apareció Jungwon.

—¿De qué me perdí? —preguntó viendo a Sunghoon, quien sólo negó y le sonrió.