𝐑𝐄𝐁𝐄𝐋 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 𔓕 sungwon.

✿ ཿ chapter four.

                   

El rumor de que el omega más deseado del campus había estado saliendo con un alfa que al parecer todos desconocían de su existencia se divulgó por toda la escuela.

Sunghoon caminaba por los pasillos escuchando como las personas hablaban en susurro, o bueno, algunos.

—¿Quién será ese alfa?

—No sé, ni siquiera han dicho como luce.

Está detrás de ti. Se tragó las palabras.

Mientras seguía su camino hasta el patio, una voz llamándolo se escuchó en todo el pasillo.

—¡Hyung! —la melodiosa voz de Jungwon junto a su aroma de miel y avena hicieron que el alfa dejará de caminar para voltear a ver al omega—. Buenos días, Hoon hyung.

—Buenos días, Jungwon.

—Oh vamos, ¿no puede ser más dulce conmigo? —se quejó el omega pegándose del pecho del alfa—. Hoy cumplimos un mes de estar saliendo, pero sigues siendo como una piedra —le pegó con su dedo índice en el corazón.

—Lo siento, muchas personas nos están mirando —puso una mano en el cabello rojo del chico, acariciando su cabello.

—¿En serio? —le dió un vistazo a su alrededor, viendo que lo que decía el alfa era verdad.

—Ya se corrió el rumor de que estamos saliendo, o bueno, que sales con un alfa.

—Con razón oía susurros a mis espaldas, gente chismosa —rodó los ojos—. Vamos.

—¿A dónde?

—Tengo que preguntarle algo en privado.

Guió a Sunghoon a las escaleras de emergencia, nadie las usaba por lo que podrían estar solos sin que nadie los moleste.

—¿Sucedió algo, Jungwonnie? —le preguntó cuando los ojos avellanas del chico estaban aguados.

—¿De verdad le gusto?

Sunghoon lo vio por unos segundos para después sonreír de medio lado y darle una mirada cariñosa al omega.

—Jungwon, ¿crees que si no me gustaras me hubiese arrodillado ante tus amigos, te dejaría en tu casa todos los días y dejaría que me abraces? Créeme que me gustas muchísimo, me encantas. ¿Qué te hace pensar que no?

—Es que, mi omega se pone triste cada vez que le decimos apodos bonitos y usted no hace lo mismo —confesó con las mejillas sonrojadas—. Ya estoy siendo ridículo y fastidioso.

El alfa se sorprendió por el comportamiento tan dócil del omega, puesto que la mayoría del tiempo actuaba de una manera coqueta y segura, al menos el tiempo en el que llevaban conociéndose.

—Lo siento, Wonnie, no quise hacer sentir a tu omega mal.

—No tiene por qué discul... —de repente, la bombilla en el cerebro de Jungwon se encendió—. Aceptaré sus disculpas, sólo y exclusivamente, si toca el piano para mi.

Yang Jungwon era malo, muy malo.

—¿Hablas en serio?

—Sip, muy enserio —miró a Sunghoon directamente a sus ojos.

—Está bien.

Jungwon estaba muy feliz, ¡al fin podría escuchar a su amado tocar para él!

El timbre sonó, indicando que el receso había terminado.

—Bueno, nos vemos más tarde, hyung —tomó a Sunghoon por la corbata del uniforme y le plantó un beso en el cachete—. ¡Bye Bye! —salió de ahí.

—Agh, Jungwon —se quejó Sunghoon, poniendo sus dos manos en su rostro—. Harás que me dé algo uno de estos días.

                   

︶ ︶ ︶ ︶ ︶ ⪩·⪨ ︶ ︶ ︶ ︶ ︶

                   

Los alfas eran muy estúpidos.

Jungwon no lo decía por Sunghoon, para él, era el único alfa que no había sido un estúpido con él.

«Vamos Yang, sé que te mueres por salir conmigo»

«Yo podía ser mejor alfa que con el que sales»

«Estás tirando una gran oportunidad»

Eran tan estúpidos que sentía pena por ellos.

—¿Le vas a dar una oportunidad? —preguntó Minji mientras se estiraba para tocar la punta de sus pies—. Jongseong es un alfa apuesto, aunque muy egocéntrico.

—No, ya estoy saliendo con alguien.

—Oh, ¿sí es verdad lo que dicen las personas?

—Sí, no sé cómo se enteraron, pero parece que eso alarmó a todos los alfas que me buscan.

—Creen que les van a quitar el lugar —habló Sunoo—. Ese lugar siempre ha estado ocupado de todas formas.

—¿Y quién es él afortunado? —preguntó con curiosidad la pelinegra.

—¿Ves a ese alfa de allá? —señaló fuera de la cancha, donde se podía ver a Sunghoon hablando con Heeseung.

—¿El bajito?

—Ese mismo, es un buen tipo, hasta nos pidió la mano de Jungwon —comentó Sunoo.

—Dejen de hablar y comiencen a entrenar —la entrenadora Kang los regañó, sonando el silbato.

Los omegas asintieron yendo a hacer lo que la mujer dijo.