Capítulo 4 La Reina de la Isla

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Uma caminó por el centro de la ciudad. Debía admitirlo, más de una vez se había imaginado derrocando a Maléfica y entregando a Mal a los tiburones, al menos uno de sus deseos se hizo realidad. Como primer acto como reina de Isla de los Perdidos, Uma convocó a un séquito de leales e importantes miembros. Confiaba en la lealtad de Harry y lo dejó como su mano derecha, Gil era fuerte, pero igual que el resto de los Gastones le faltaba inteligencia, por lo tanto llamó a Anthony Tremaine como su hombre de las ideas, seguía necesitando fuerza en su equipo, pero la fuerza bruta solo era eso: bruta. Lo mejor que podía hacer era combinar el pasado con el futuro y decidió que Shan Yu sería su guerrero más fuerte. Su madre Úrsula se propuso a sí misma como consejera. El resto de la Isla funcionaban como súbditos y nadamas.

—Lo que sea que Hades este planeando nos afecta a nosotros tanto como Mal lo ha hecho —comentó —. ¿Qué posibilidad tenemos de qué Hades se quedé de nuestro lado?

—Muy pocas. Conocemos al viejo lo suficiente para saber que no le interesan los asuntos mortales —dijo Anthony —. Sí lo que dicen los rumores de las hienas y Hades es padre de Mal, no podemos confiar en él.

—No es posible —continuó Harry —. Capitana...

—Soy la reina ahora.

—Lo siento, mi reina, pero Maléfica gritaba tanto todas las mañanas que podíamos escucharla desde los camarotes. Siempre habló del débil y miserable humano que era el padre de Mal.

Uma se sentó en una silla que robó de uno de los puestos de la calle. Los tipos del puesto prefirieron retirarse y esconderse.

—Sí, lo recuerdo, aún así... Mamá ¿Hades y Maléfica alguna vez estuvieron juntos?

La vieja bruja del mar terminó de lanzar a la calle las porquerías dentro del castillo de Maléfica y apropiarse de él, entonces respondió a su hija.

—En los últimos años no, sé que Maléfica aprendió una parte de su magia con Hades, aunque eso sucedió hace décadas. Él no había salido de su cueva en años.

—Hasta que estemos seguros de la relación de Hades y Mal los mantendremos al margen. No podemos arriesgarnos a que trabajen juntos y tenerlo en nuestra contra —dijo Uma firmemente —. Hades se llevó a los antihéroes ¿con qué propósito?

—Debilitarnos —comentó Shan Yu interrumpiendo a Anthony. Bajó del balcón sobre ellos y lanzó a su halcón al cielo para vigilar —. Ibas a quedarte con los antihéroes como rehenes, podías haber sacado ventaja fácilmente y él no lo permitió, así que trabaja con ella o planea algo por su cuenta. Me parece más probable la segunda opción.

—A mí no me parece en realidad —Anthony dio un paso al frente —. Tal vez si trabajan juntos. Todos vimos cómo Hades le arrebató la piedra mágica a Maléfica para entregarsela a Mal, además la dejó ir, así nada más.

—Es cierto, si trabaja por su propia cuenta ¿por qué no tomar el control en ese instante? La piedra, el poder, tenía todo al alcance.

—Tal vez quiere algo más. Algo que le importa más que tener el control de Auradon —Shan Yu se aburrió y caminó al callejón de junto —. Si planea algo propio deberíamos preocuparnos más por él que por la princesa.

Anthony coincidió en esa idea. Mal podía meterse con ellos y todo, pero siempre existía la posibilidad de vencerla, con Hades no.

—Hagamos un plan entonces —ordenó Uma —. Lo primero es atacar la debilidad de Mal: sus amigos. Ellos la seguirán a donde sea que vaya. Si Mal vendrá a rescatar a sus seguidores "los antihéroes" sus amiguitos vendrán con ella. Jay es muy fuerte, pero fácil de distraer, Carlos es el más listo, aunque muy débil, Evie... No tengo idea de cómo puede ser tan buena peleando en tacones, pero debemos encargarnos de ella, la hija de Mulán es muy hábil y fuerte, aunque sigue sin estar a la altura de su madre. Mal se preocupa tanto por todos que hará lo que sea para salvarlos. Hay que separarla de sus amigos la próxima vez que los veamos, sin ellos es vulnerable, fácil de engañar y manipular.

—¿Cómo haremos que se separen? Se cubren la espalda los unos a los otros —dijo Harry riendo —. Son tan ridículos, pero les ha funcionado.

—Muy sencillo. Mal haría todo por proteger a sus amigos, pero no puede dejar que su orgullo sea herido. Uma puede distraer a Mal en un combate, cuando ambas luchen, emboscamos al resto de su grupo y nos los llevamos. Mal nos suplicara para que dejemos a sus amigos en paz, entonces ganaremos, podremos lanzarla al mar y gobernar Auradon.

—Esa idea me gusta —sonrió Uma emocionada —¿Pero cómo podemos enboscarla en un sitio como este?

—La podemos guiar hasta los muelles, si la hacemos creer que tenemos a uno de sus antihéroes con nosotros.

—Es arriesgado —dijo Harry —. Mi reina podemos pensar algo mejor, robar a su novio de nuevo.

—Mal no traería a su novio de nuevo, no tomará el riesgo.

—Mal no lo traerá, pero seguro él la seguirá de nuevo.

Uma lo meditó un minuto, consideraba cuál era el factor más probable, Ben ya la había seguido a la Isla dos veces, pero Mal no podía saber si todos los antihéroes eran rehenes de Hades, además secuestrar a Ben sería mucho más difícil que la primera vez.

—Me quedaré con la idea de Anthony hasta que ella aparezca con su tonto novio. Harry, quiero que prepares un grupo para atacar a Mal en los muelles, Anthony tú igual.

Ambos chicos asintieron y obedecieron sus órdenes. Uma estaba decidida, no permitiría que Mal escapará de ella otra vez, la siguiente vez que pelearán y ya no la necesitará para gobernar Auradon sería su último encuentro, ella se encargaría de acabar con Mal de una vez por todas. 

El Final de la Isla de los PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora