Volví temprano a mi hogar de la plaza ya que tanto aire fresco no ayudaba.
Me senté enfrente del papel abusivo y pálido que amenazaba mi trabajo y empezé. Quisiera decir que empezé a escribir pero en realidad lo único que habían empezado eran mis dolores de cabeza al no tener nada que volcar en las estúpidas hojas.
Me rendí en la cama esperando que mañana mejore, sin darme cuenta ya estaba dormida profundamente y fue exactamente ahí cuando, diría yo, el mundo cambió.
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Les vengo a contar
RandomLo vas a descubrir cuando leas... Se cobrará una alta multa por copiar este y mis otros trabajos. Muchas gracias