𝐏𝐔𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐏𝐎𝐋𝐋𝐀 ꕺ 𝐇𝐖𝐀𝐍𝐆 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐉𝐈𝐍

𝐂𝐨𝐧𝐞𝐣𝐨𝐬

HyunHo

Hyunjin era un lindo conejito rubio que entro en su rutina, y novio Minho lo ayudara

Pov

Minho estaba tranquilamente recolectando algo de frutas y verduras de sus cultivos, llevaba una gran canasta en su mano, su ropa estaba algo sucia al igual que su cuerpo.

Las grandes y bonitas orejas rubias se movian de un lado al otro, tarareando una suave melodia, relajado. Hasta que un peso extra se sumo en su espalda, casi tirandolo por completo.

- Honnie, Honnie. - constantes balbuceos salian de la boquita del conejo menor, quien al parecer había entrado en celo, por su aroma dulzón y la manera en la que se refregaba con su cuerpo - mhg, hyung ayudeme, por favor. - lloriqueo.

Bajó con cuidado la enorme canasta hasta el suelo, sacando a HyunJin de su espalda para sostenerlo de frente, apreciando mejor su carita sonrojada, sin contenerse beso los gorditos labios de su esposo, dominando el beso, sintiendo al conejito derretirse en sus fuertes brazos.

Llevó una de sus grandes manos hasta el gordito culo de HyunJin, masajeando este a su gustó, sin darle a saber al menor que ya estaban llegando al cuarto, donde tiró al desesperado rubio a la cama, viéndolo gatear de espaldas a él, dejando a la vista su pequeña colita moviéndose impaciente y su delicioso trasero sacando grandes cantidades de lubricante, porque, tal parece qué el conejito tenia todo preparado, yá que solo llevaba una de las camisetas del mayor cubriendo su cuerpo.

- Ah, ¿así que, ya no sos un bonito conejo? ahora resulta que sos una perrita desesperada, ¿no, amor? - preguntó, sacando la ropa de su cuerpo, agarró unas toallitas para limpiar sus brazos y pecho. - ¿Y sabés lo que le hago a las perritas desesperadas como vos, bebé?

La carita curiosa y rojita del menor se sacudió, dando un "no" como respuesta, sacando un repentino gemido al ser tomado de su redondo trasero, cayendo justo en la entrepierna del mayor.

- Les follo el culo hasta que se desmayen. Y las dejo preñadas de mis hijos. - susurró, demaciado cerca de su orejita sensible, haciendo que la doble un poquito, soltando otro gemido de felicidad. Parecía encantado con la información, pero, ¿quién no?. - ¿Eso querés precioso? ¿querés que te rompa todo hasta que yo me quiera detener? Porqué si así vamos, no me voy a detener hasta que sea la siguiente mañana.

El quejido del menor y sus desesperados saltitos en su polla le sacaron una risita juguetona, si el conejito quería jugar, iban a jugar.

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La habitación se encontraba desastrosa, ropa regada por todo el piso al igual que las sábanas, el rechinar de la cama y el constante golpeteo en la pared se podía oír afuera de la residencia, y aun más los gemidos del adorable conejito Hyunjin.

- Aah! ¡Owh~, Ho-honnie~! Sisi, ahíí! - lloriqueo, llevaban ya unas dos rondas y estaban como nuevos, su pancita estaba algo hinchada por el semen del mayor, de verdad iba a preñarlo. - Ah! ¡Minho, cerca! - gimió, ambos acostados de lado en la cama, permitiendo a Minho llegar más lejos en su apretado interior, sus orejitas estaban caídas y su cuerpo con múltiples chupones y mordeduras, sufriendo aún más su cuello, que parecía como si miles de sanguijuelas le hubieran pasado encima.

Minho aceleró sus estocadas, abusando de su sensible próstata, golpeándola una y otra vez con la punta de su polla, llevó la punta de una de las orejitas del rubio menor a su boca, sabía que era uno de sus puntos débiles y lo amaba.