O!Ciel, hablando por teléfono: ¿Por qué no han llegado? Soma y yo hemos estado aquí por dos horas.
R!Ciel: Nos detuvimos por un refrigerio.
O!Ciel: ¿Dos horas?
R!Ciel, mira a los técnicos desarmando la máquina expendedora para sacar el brazo de Alois.
R!Ciel: Sí.
. . .