WEREWOLVES |Teen Wolf|

Capítulo 3 - Besos

Narra Kayla:

Minerva y yo salimos ya listas de mi casa, ella con unos shorts de tiro alto negros, una camiseta con estampado de Mickey Mouse y sus Converse rojas; y yo con unos shorts vaqueros, un cropped top de estampado tribal y unas deportivas azul celeste.
Nos dirigimos al burguer, que está a dos manzanas de nuestras casas, y en menos de lo que canta un gallo ya hemos llegado.
Siento unas manos en mi cintura, me giro y veo a Jackson con su perfecta sonrisa.

- Hola, Kayla. Qué bien te quedan esos shorts - Me guiña un ojo, y me sonrojo.
- Jajajaj, gracias - Río un poco nerviosa.
- Me encanta verte nerviosa, y más cuando es por mí - Me susurra, lo que hace que me ponga más roja aún.
- Venga, vamos a comer.

Narra Minerva:

Estamos esperando en el párking a que lleguen los demás, y puedo ver cómo Jackson susurra algo al oído de una sonrojada Kayla. Justo cuando empiezo a entender lo que dicen, oigo que me llaman.
Me giro y veo a Stiles viniendo hacia mí.

- Hola, Stiles - Le saludo un tanto seca.
- Hola... ¿Pasa algo, Mina? - Pregunta.
- No, nada, tranquilo - finjo una sonrisa - Vamos con los demás.

(...)

Narra Kayla:

La cena pasa rápido, entre miradas y guiños por parte de Jackson.

- Hey, Kay, ¿te llevo a casa? Es tarde ya - Propone Jackson.
- No hace falta, gracias. Voy con Minerva - Rechazo amablemente.
- Pero a ella la lleva Stiles, ¿verdad? - Dice, elevando la voz para que el aludido le escuche.
- Claro, claro - Responde Stiles, con un ápice de incomodidad en su voz.

Acto seguido, rodea a Minerva por la cintura y acelera el paso, mientras ella, con un ligero rubor en las mejillas, le mira con cara de no entender.

- ¿Lo ves? No puedes ir sola. Deja que te acompañe, y así damos un paseo.
- Está bien - Digo con indiferencia, en un intento de hacerme la difícil.

Jackson me rodea por los hombros y salimos del local.
Mientras caminamos hacia un parque cercano, me pregunta:

- ¿Lo has pasado bien, Kayla?
- Muy bien - Respondo - Sobre todo por estar contigo - Susurro.
- ¿Qué has dicho? - Pregunta, con un tono divertido.
- N-nada... - Digo, dándome cuenta de que lo último que dije se oyó más de lo que pensaba.
- ¿Segura, Kayla?
- Eh... Sí. Hey, ya hemos llegado al parque - Le cambio de tema.

Jackson me suelta y avanza hacia una bonita fuente, donde se sienta.
Golpea suavemente el sitio a su lado, dando a entender que me siente con él. Yo obedezco, y doy gracias a todo lo que está ahí arriba porque no me ha pedido que me siente encima suya.

- Estás muy guapa esta noche
- Gracias - Digo, tímida.
- Sólo digo lo que pienso, nena.
- Pues a mí me gustan tus ojos - Comento
- A mí, tus labios - Susurra, recogiendo un mechón rebelde detrás de mi oreja, y acortando la distancia entre nosotros hasta que quedamos a pocos milímetros.

Pero cómo no, la cosa se tiene que joder. Un pájaro entrometido decide que es buena idea volar demasiado cerca de nosotros, y hace que perdamos el equilibrio y caigamos dentro de la fuente.

- ¡Puto pájaro!¡Me he empapao' hasta los huesos! - Exclamo.

Jackson se ríe, y yo le salpico.

- No te rías, desgraciado. Además, tú también te has caído al agua - Sonrío.
- Sí, pero estoy muy sexy - Bromea.

Y vaya que si lo está, con la camisa pegándose a su trabajado tórax. Madre mía, se lo comía tod... *¡Kayla!¿Pero qué estás diciendo?¡Bájale a las hormonas!*
Bendita conciencia. Maldita pubertad.
Miro de reojo a Jackson, y cruzó los brazos a la altura de mi pecho al ver que él me mira descaradamente.