//8:30 p.m.//
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Guardamos las cosas que utilizamos para limpiar lo más rápido posible porque sabemos que a las 8:35 p.m. llega el jefe sí o sí, ya que es un amante de la puntualidad.
Después de guardar todo, nos ponemos en nuestras áreas de trabajo, fingiendo que hace mucho terminamos nuestras tareas y solo lo esperábamos. Julián estaba en el área VIP y Martina se quedó conmigo limpiando vasos y copas.
Miro el reloj en mi muñeca: 8:35 p.m. y, como siempre, suena la puerta. El jefe entra con un ojo crítico, mirando todo mientras sonríe con sus guardaespaldas y los guardias del bar, Pedro y Derek. De ellos no sé mucho, solo que son hermanos y brasileños, pero es por su acento y su parecido, el cual no había notado hasta que Martina me lo dijo. Esa chica sí que es una cazadora de hombres; su caminar y hasta sus miradas están programadas para su presa. Es impresionante todo lo que cuenta de sus conquistas.
Recuerdo cuando me dijo que intentó casarme, pero nunca me di cuenta, jaja. Entonces Julián le explicó que yo no soy de indirectas o sutilezas y que eso de ser directa no le gusta tanto. Por eso le parecí alguien aburrido y sonso, según ella. Aunque a mí siempre me pareció alguien muy parlanchina y escandalosa, no sentí nada de atracción por ella, así que se convirtió en un mueble más, casi. Pero si le dijera eso, de seguro se aferraría a la idea de querer casarme, y agradezco a lo que sea que pase por su cabeza que haya hecho que pierda el interés en mí.
-Buenas noches, chicos, el lugar se ve muy bien //nos dice, sin sonreír, y se da la vuelta para hablar con Pedro y Derek.// Ustedes, por favor, vigilen bien todo y reciban bien las entradas de pre-reserva. Si ven algún VIP nuevo, me llaman y me dicen el nombre antes de dejar que entre. No me quiero enterar de que se dejaron engañar como el anterior viernes //no lo estoy viendo, pero sé por su tono que no está sonriendo; es su tono de "te voy a bajar el sueldo"//
-No volverá a pasar, jefe, tranquilo //dice Derek, que es el más serio de los dos.//
-Eso espero, chicos //les dice mientras se da la vuelta para decirnos algo//. Bueno, tenemos 10 minutos para que comience todo el circo. Los DJ de hoy son dos: uno hasta las 12 a.m. y otro hasta las 4 a.m. El primero tiene que estar aquí a las 9 p.m. Si no está aquí a esa hora, Mailo, lo llamarás y le dirás que se vaya a la mierda y...
-Jefe, no puedo decirle eso, lo sabe.
-Bueno, bueno, entonces que no venga y no espere que le dé ni un centavo por impuntual. Y así, sin más vueltas, terminen de preparar todo, pongan música que los clientes ya están llegando, seguro.
Y así, sin más, subió a su oficina y casa en el tercer y último piso. Puse música, los hermanos fueron a sus puestos y a las 9:00 p.m. llegó el DJ. Menos mal, porque nunca sé qué poner cuando se trata de música.
-Puedes conectar tus cosas en estos enchufes y si necesitas ayuda, le puedes decir a Julián. Él sabe más de todo esto.
-Está bien, gracias, bro.
Y así, sin más, se puso sus audífonos, tocó unas cuantas cosas y conectó cables por acá y por allá. Como lo vi en su mundo, decidí no estorbar y bajé porque ya teníamos clientes en la barra. Martina no sabía hacer muchos cócteles ni en qué vasos se debían servir. Ella es más mesera: un día conmigo y otro en el VIP. Por eso necesitamos a una nueva, ya que el bar está creciendo y más gente lo está conociendo. Estos últimos fines de semana ha estado hasta el tope.
A eso de las 3:45 a.m. había una pareja en una de las esquinas de la barra. El bar seguía algo lleno, pero no mucho, así que me acerqué un poco para escuchar mejor lo que decían. La chica parecía triste y bastante tomada; el chico, por otro lado, tenía más labial que piel y estaba despeinado, lo que me pareció curioso porque ella no tenía el labial corrido ni del mismo tono. Su labial era más bien rosado.
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¿Somos un... cliché?
RomanceEsta historia refleja el típico cliché del callado con la parlanchina, del que es tranquilo y de la que le gusta la adrenalina. Entre otras cosas, espero que les guste y amen a Mailo y Luciana tanto como yo, al igual que a los otros personajes, obvi...