Back to December

Capitulo I - Back to december

El frío viento de diciembre arremolinaba la nieve a lo largo del andén mientras Charlie bajaba del tren, con su aliento formando pequeñas nubes en el aire helado. La estación del pequeño pueblo no había cambiado mucho en seis años, con su fachada de ladrillo rojo y los bancos de madera desgastados, ahora cubiertos por una ligera capa de nieve que les daba un toque nostálgico.

Suspiró, ante el pensamiento de que todo se veía tan similar a hace seis años. Todo excepto su vida. Su vida había cambiado tanto, especialmente en el ultimo mes, que casi le pareció una broma de mal gusto.

Había pasado de tener una fabulosa vida en Edimburgo, con un gran empleo como editor  de una pequeña pero cada vez más importante editorial, un solido grupo de amigos con el que se sentía cómodo y en confianza, un fabuloso departamento en el centro de la ciudad y un prometido con el que iba a casarse a principios de primavera. En menos de un mes todo se había ido a la mierda. 

Primero su trabajo, cuando la editorial fue vendida a una corporación más grande y habían hecho un gigantesco recorte de personal. Inicialmente Charlie había estado a salvo del recorte, pero las nuevas políticas de la empresa, el nuevo giro editorial y el aumento de la jornada laboral habían sido demasiado difíciles de soportar, presentando su renuncia apenas un par de semanas después. 

Con el despido, varios de sus amigos que también eran sus compañeros de trabajo, tuvieron que buscar un nuevo empleo o mudarse, trayendo la inevitable disolución del grupo de amigos que apenas se estaba consolidando. Charlie pertenecía a este ultimo grupo. 

Aunque a el se le había sumado otra tragedia personal. 

Su relación de mas de tres años se había deteriorado hasta tal punto que se volvió insostenible, aunado al hecho de todos los otros problemas de Charlie. Finalmente, el compromiso se había desecho y Charlie, incapaz de seguir viviendo en el departamento que compartía con su ahora ex-novio había tomado la drastica descicion de volver a casa, en Kent, aprovechando la inminente llegada de las vacaciones navideñas. Era un buen pretexto, para volver a casa, y eso le daría tiempo de pensar en un nuevo rumbo a su vida, esperando que las solicitudes de empleo que había enviado se materializaran al iniciar el año, si tenía suerte.

Charlie suspiró, tratando de evitar todos esos pensamientos por ahora, ajustó su bufanda y tomó sus maletas, arrastrándolas por el andén con un crujido rítmico. Seis años habían pasado desde la última vez que había pisado este suelo, y seis años desde aquella noche fatídica de diciembre cuando su vida tomó un giro inesperado. Una mezcla de nerviosismo y expectación llenaba su pecho mientras caminaba hacia la salida de la estación, donde su padre lo esperaba con una sonrisa cálida y los brazos abiertos.

"¡Charlie!" exclamó el, envolviéndolo en un abrazo que derritió parte del hielo que sentía en su corazón.

"Hola, papá" respondió Charlie, abrazándolo con fuerza, dejándose reconfortar por su familiaridad y cariño "Te extrañé"

"También te extrañé hijo, vamos, el coche está justo allí. He preparado tu habitación, esta justo como siempre" dijo su padre, tomando una de sus maletas.

Charlie sonrió. Al menos algo en su vida seguía igual, pensó, mientras caminaban hacia el coche. Charlie observaba el entorno, notando cómo las luces navideñas adornaban las tiendas y las farolas, dándole al pueblo un aire festivo y acogedor pero también terriblemente nostalgico. Cada rincón evocaba recuerdos de su juventud, algunos dulces, otros amargos, pero todos igualmente vívidos.

El trayecto en coche hasta la casa familiar fue breve, lleno de preguntas casuales y evitando por el momento las preguntas que Charlie más temía abordar. Se enteró gracias a la conversación que sus dos hermanos vendrían a pasar las fiestas con ellos. Oliver estaría de vuelta en una semana después de un corto viaje a España y Tori y su esposo Michael vendrían desde Londres a tiempo para la víspera de nochebuena. Al menos tendría un fin de año rodeado de su familia, pensó Charlie con una pequeña chispa de optimismo.