unas semanas después...
Luego de unas semanas sin tantos problemas, finalmente comencé a sentirme mejor del dolor que había sufrido en la pierna. La mordida del carnotauro había dejado su marca, pero gracias al tiempo de recuperación y al apoyo de mis amigos, podía caminar con más normalidad y participar activamente en las actividades de Nevermore.
Durante esos días, la rutina en Nevermore había vuelto a una apariencia de normalidad. Los estudiantes continuaban con sus estudios, y aunque el incidente con los dinosaurios seguía siendo un tema recurrente de conversación, la vida seguía adelante. Los profesores, conscientes de la tensión que todos habíamos vivido, parecían más comprensivos y dispuestos a ayudarnos a recuperar la calma.
Un día, mientras me dirigía a la biblioteca, me encontré con Enid y Wednesday. Enid estaba radiante como siempre, mientras que Wednesday mantenía su habitual expresión seria.
-¡TN! ¡Qué bueno verte de pie y sin cojear! -dijo Enid con una sonrisa amplia.
-Gracias, Enid. Me siento mucho mejor -respondí, devolviéndole la sonrisa.
Wednesday me observó con su mirada penetrante y asintió. - Es bueno verte recuperado. Tenemos mucho trabajo por delante.
Enid rodó los ojos y sonrió.
-Siempre tan directa, Wednesday. Pero tiene razón. Hay mucho que hacer. ¿Nos acompañas a la biblioteca? Tenemos algunos libros que necesitamos revisar para nuestra investigación.
Asentí y los seguí hacia la biblioteca. Mientras caminábamos por los pasillos de Nevermore, sentí una renovada sensación de propósito. Sabía que, a pesar de los desafíos que habíamos enfrentado y los que aún podían venir, no estaba solo. Tenía amigos en los que podía confiar y, juntos, podíamos enfrentar cualquier cosa.
Al llegar a la biblioteca, encontramos una mesa libre y comenzamos a buscar información en los libros. Nuestro objetivo era averiguar más sobre los posibles responsables detrás del ataque de los dinosaurios y cualquier conexión con los experimentos ilegales que Wednesday había mencionado.
-Aquí hay algo interesante -dijo Enid, señalando un pasaje en uno de los libros. -Habla sobre una organización que ha estado experimentando con genética de dinosaurios desde hace años. Podrían estar relacionados con lo que ocurrió.
-Es una pista importante -dijo Wednesday, tomando notas. -Necesitamos seguir investigando y encontrar más información.
Pasamos el resto de la tarde sumergidos en los libros, compartiendo teorías y discutiendo posibles conexiones. A medida que avanzábamos, sentí que estábamos más cerca de descubrir la verdad.
Finalmente, al caer la noche, decidimos que era hora de descansar. Salimos de la biblioteca y caminamos juntos hacia nuestros dormitorios.
Mientras cada quien se dirigía a sus camas, yo me sentía bastante cansado pero optimista por el progreso que habíamos hecho. Sin embargo, mientras caminaba por uno de los pasillos oscuros de Nevermore, sentí un fuerte golpe en la cabeza. Todo se volvió negro y perdí la conciencia.
Cuando finalmente volví en mí, me encontré tirado en el suelo del bosque, muy lejos de la escuela. El aire frío de la noche me rodeaba y el sonido de los insectos era ensordecedor. Me dolía la cabeza y al intentar moverme, sentí un dolor agudo en el costado. Me esforcé por levantarme, apoyándome en un árbol cercano.
-¿Dónde estoy? -murmuré, mirando a mi alrededor. Todo parecía desconocido y la oscuridad hacía difícil orientarme.
Me puse de pie lentamente, tambaleándome un poco. La luna llena apenas proporcionaba suficiente luz para ver el sendero rocoso delante de mí. Estaba claro que alguien me había golpeado y dejado aquí, pero ¿quién y por qué? Con cada paso, sentía la urgencia de regresar a Nevermore y alertar a Enid y Wednesday.
