Sanji sentía que iba a volverse loco. Desde que Zoro abandonó la cocina su mente había estado trabajando a mil por hora ¿Por qué lo había echado así? ¿Por qué se sentía traicionado? Como si lo hubieran dejado atrás en una competencia que ni el sabía cuál era el premio.
No quería admitirlo pero se sintió mal, no debería haber echado a Zoro de la cocina así. Para Sanji, Zoro era un miembro de la tripulación muy valioso y aunque su relación se caracterizaba por sus peleas y discusiones le tenía un aprecio especial al hombre de pelo verde.
Sin embargo al oír las palabras que los labios ajenos gesticularon sintió su sangre hervir. Su bestia interna se revolcó en señal de disconformidad y quería patear lo que estuviera más próximo a su alcance, preferiblemente la cabeza del Marimo
No quería que Zoro malinterpretara sus acciones, le importaba muy poco que el Alfa de pelo verde encontrará a su alma gemela y se fuera junto a ella a vivir lejos de los sombrero de paja, para nada.
Quizás se sintió celoso, sí. Quizás estaba celoso porque él todavía no sabía a qué casta pertenecía. Sanji aún no experimentaba su primer celo. ¿Alfa, beta o omega? Esa pregunta no le dejaba dormir por las noches. Cada tres meses esperaba impaciente alguna señal de que su celo de señales de vida y cada vez esa sensación de vacío recorría su cuerpo de pies a cabeza. Sanji quería sentar cabeza con una hermosa Omega y tener una familia pero su ilusión se caía a pedazos cada vez que su celo no llegaba.
Sanji se había resignado a ser un lobo sin casta que probablemente moriría solo, con camaradas que finalmente se darían cuenta de que estaba roto por dentro. Que las alteraciones genéticas que su padre probó en él y sus hermanos alteraron sus ciclos. Que los golpes y abusos por parte de sus hermanos lo hicieron inservible. Que su lobo estaba demasiado traumado como para escapar de la celda en la que estaba encerrado. Que–
—Cocinero, ¿te encuentras bien?— La preocupada voz de Robin lo sacó de sus pensamientos autodestructivos.
Se había quedado mirando el plato a medio terminar de Zoro mientras su mente lo torturaba, probablemente por varios segundos. Sanji se reprendió mentalmente lo que menos quería era preocupar a sus bellas damas por sus problemas personales.
—Ahh Robin-chan, no pasa nada no te preocupes.— esbozó una cálida sonrisa en dirección a la arqueóloga.
Robin lo miró preocupada. La pelinegra era muy perpicáz y había notado de inmediato la incomodidad del rubio cuando Zoro confesó su encrucijada.
El resto de sus compañeros, excepto Luffy que había aprovechado la ocasión para robar comida, lo miraron por unos segundos en silencio. Sanji desvió la mirada hacia el plato de Zoro y una extraña punzada se coló en su resquebrajado corazón. Tengo que disculparme de alguna manera, aunque el solo hecho de pensarlo hace que quiera arrancarme la lengua.
La hora del almuerzo transcurrió los más normal posible después del altercado, a pesar de la ausencia del espadachín los intrépidos tripulantes voltearon la situación e hicieron que la velada fuera amena. Después de unos quince minutos dieron las gracias a Sanji.
Franky, Chopper y Brook se ofrecieron para ayudar a apilar los platos y loza sucia. Luffy, Nami, Robin, Ussop y Jinbei retomaron sus actividades rutinarias dentro del barco. Sanji nunca lo admitiría pero agradecía la ayuda de sus compañeros aunque fueran hombres.
Luego de juntar todo y dejarlo en el lavaplatos. Franky y los demás se despidieron para retomar su rutina. Sanji tarareó algo parecido a un agradecimiento.
Mirando los platos sobre el lavadero el rubio se permitió suspirar. Todo su cuerpo estaba tenso y con una sensación de haber sido arrollado por un buque de la Marina. Sus ansias por fumar lo estaban poniendo de los nervios pero su mente seguía repitiendo el momento en el que Zoro confesó su "amorío" y cuando lo echó de la cocina. La expresión confusa de Zoro inundaba sus pensamientos haciéndolo sentir peor.

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Flores [Zosan +18]
RomansaLa extraña acción de Zoro causa curiosidad en nuestro cocinero. Y al descubrirse el transfondo de su comportamiento se desencadenan una serie de situaciones que causan en Sanji un torbellino de emociones. AOB. Portada provisional. Esperemos.