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- ¡Feliz cumpleaños, Rai!

La casa se llenó de aplausos, Rai sonrió complacida, mientras su amigo Alex lanzaba confeti sobre ella, Mica sacaba fotos y Molly le gritaba a Alex por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Angie reía por tanto caos y griterío, a pesar de que solo eran cuatro invitados, cinco con Rai.

Seis con Alondra.

- Rai, tengo tu primer regalo en tus diecinueve años. — Murmuró Angie cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora, ella la miró con ojos expectantes.

Ella solo tomó sus mejillas y unió sus labios.

Alex gritó como colegiada, Mica alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y Molly empezó a decir que dejara a la niña en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.

Alondra bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso había acabado, y lo primero que hizo Rai fue mirar hacia ella, con temor de que estuviera herida por aquello.

La castaña negó, sonrió de forma honesta.

- Es la indicado. — Dijo, y Rai pudo escucharla perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.

Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde los cuatro se sentaron en los sillones de la sala a esperar a que Rai terminara de cortar el pastel.

- ¿Alguno habló con Capri? — Preguntó Mica, con lo que los otros dos negaron.

- No volví a hablar con ella desde lo de Alondra. — Dijo Alex, directamente.

- Shh. — Lo cayó Molly. — Rai se la está pasando muy bien y ahora tenemos a esta chica para distraerla, no arruinen esta noche. — Palmeó el muslo de Angie, se sorprendió con lo duro que estaba. — ¿Cuánto ejercitas?

La del gorro de había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendida por ser considerada una "distracción", no sentía ser eso.

- ¿Qué? ¿Distracción? — Cuestionó Angie.

- Oh, no, no. — El otro muchacho negó, agitando su mano. — No te lo tomes personal, amiga. — Añadió sonriendo. — Es que... Rai ha estado muy mal al respecto y como no estarlo... después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no sé qué sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.

Angie se detuvo unos segundos a pensar, pero terminó negando.

- La verdad no estoy entendiendo. ¿Quién es Alondra? ¿Qué pasó?

Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Rai, sabiendo que había escuchado.

Rai levantó el plato con las manos temblorosas, rio de forma nerviosa y dijo "Esta bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.

Sintió a Alondra abrazarla por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, Alondra ajustó el brazo, haciendo que se tranquilice un poco más.

- ¿Rai? — Alzó la vista hacia Angie, quien estaba a un metro de ella, con expresión preocupada. — Lo siento, ¿estás bien?

Asintió sin más.

- Alondra es mi ex novia. — Dijo, hablando para Angie, pero sin mirarla directamente. — Hace un año vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Capri, quién en algún momento fue mi amiga, pero estábamos muy alejadas para entonces... mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en casa de sus padres por una noche. Ella tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que la estábamos ignorando y, en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeando. Alondra fue la primera en darse cuenta y se fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor. Capri había querido tirarse, Alondra la salvó, pero terminó cayendo ella... y cuando llegué, fue solo para ver lo peor.

Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas. En la sala, Molly, Mica y Alex discutían en lo bajo que deberían haberle contado a Angie antes de venir para evitar darle un mal rato a Rai, y que eran todos uno estúpidos.

Angie tomó un par de servilletas y se acercó a ella con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

- Rai, lo siento muchísimo. — Dijo, haciendo que esta llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema. — Estoy segura que Alondra te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegida. — Acarició sus mejillas y Rai sonrió mínimamente. La mayor dejó un beso en su frente. — Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes sola, ¿lo sabes no? — Ella asintió. — Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mí también. — La abrazó y Rai se dejó esconder en su pecho abrazando su cintura.

Alondra sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz de que su pequeña pudiera al fin ser feliz con alguien, alguien quien estaba viva y podía vivir con ella.

Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Angie, haciendo que un escalofrío la recorriera.

- Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida. — Susurró en su oído, y los ojos de Angie se abrieron ampliamente.

 — Susurró en su oído, y los ojos de Angie se abrieron ampliamente

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Ghost of you || Railo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora