TROIS

106 10 0
                                    

Al pasar de unos meses en los cuales ambos habían estado completamente alejados del otro —aunque habían intentado verse pero fracasando todas las veces—, Wonbin decidió salir corriendo de su casa en una noche de tormenta en la cual sus padres estaban fuera para conseguir algunos insumos, en cuanto llegó a la casa de Anton golpeó la puerta con la esperanza de que su alfa abriera, lo cual al cabo de unos segundos sucedió.

— Alfa, ayúdame —Soltó entre lágrimas el omega.

Anton no entendía que estaba sucediendo, habían pasado meses desde la útlima vez que se habían visto y ahora su animal interno parecía estar completamente feliz de verlo, pero aún no entendía que es lo que había sucedido, sobre todo porque el omega cargaba un bebé.

— Wonbin... —Miró al omega nos segundos hasta que reaccionó — Ven—Tomó del brazo al mayor y lo dirigió a su habitación, ya allí tomo algo para cubrirlo. No entendía que sucedía.

Anton se dispuso a abrazar al omega en un intento de calentarlo y que dejara de temblar, pero eso sólo provocó que el omega se aferrará a él al sentirse seguro. El alfa al sentir nuevamente ese acercamiento —y sobre todo el aroma— del mayor lo hacía demasiado feliz, aunque no estaba seguro de lo que había pasado con su amado durante el tiempo que estuvieron sin verse.

— Hyung, él... — Anton habló mientras veía al pequeño bebé.

— Es nuestro —Respondió en murmuró, provocando que el alfa sonriera con emoción y depositara un beso sobre los labios del omega.

—¿Hijo quién... —La madre de Anton se detuvo en la puerta cuando vio a su hijo junto con Wonbin y un bebé en los brazos del omega— ¿Wonbin? —El mencionado bajó la cabeza

Anton se levantó de su lugar y tomó la mano de su madre para acercarla hasta donde estaba el omega y el bebé.

—Es nuestro hijo —Habló Anton feliz acariciando al pequeño bebé, mientras miraba la pequeña sonrisa que se había formado en los labios del mayor

Pasaron unas horas y el pequeño bebé se había despertado mientras Wonbin se duchaba, por lo cual Anton lo tomó en sus brazos. Haciendo que el bebé se volviera a dormir en cuestión de pocos minutos.

Wonbin salió del baño vestido con prendas del alfa, sonriendo cuando logró ver al alfa y a su bebé en sus brazos durmiendo. Su corazón nuevamente se sentía feliz y su animal interno saltaba de alegría.

MARCA TEMPORAL || WONTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora