Juicio y Dolor, parte 3

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La noche fue tranquila, salvo por Annelie haciéndome recordar el beso con kaguya mientras dormía, y sabía que era ella, porque podía escucharla riendo en voz baja, los cuervos también parecían disfrutarlo, y Freya durmió como un tronco toda la noche, levantándose despeinada y bostezando, me vio por unos segundos

-cachorro... si no te importa... seguiré durmiendo- volvió a pegar la cabeza a la almohada

-al menos así está tranquila- dijo Annelie- escucharla lanzando amenazas a diestra y siniestra y métodos de asesinato tan comparables a los de la inquisición es algo aterrador-

- ¿podrias cuidarla mientras no estoy? – le pregunté levantándome de la cama y miré a los cuervos- ustedes también-

-por supuesto- respondió- es linda cuando duerme, ¿no crees? –

-la última...-

-vez que le dijiste linda a alguien, acabaste besando a kaguya, lo sé- terminó- yo fui quien empujó al señor gris para eso-

-y quien me dio esos sueños raros con ella, ¿verdad? –

-no sé de qué me hablas- afirmó girando hacia su caja musical

-tengo que saberlo, ¿Cuál era ese favor que me ibas a pedir? –

-todavía tengo pensado pedírtelo, pero no ahora, cuando acabemos con esa chica que está acosando a shidou, lo haré-

-ahh, desearía poder ser yo quien te lee la mente y no al revés-

- ¿Cuál sería la gracia de leer la mente si no puedes usarlo para molestar a la gente? –

-me alegra que estés de nuestro lado, Anne-

-a mí también, nos vemos hermano- salí de la habitación y bajé a la sala, no había ni un alma por aquí

- ¿Dónde están todas? – miré mi reloj y activé la brújula

En la calle subí a mi motocicleta y aceleré hacia el banco Ozora shinkin, bajo los rieles de metro y detrás de una decoración de jardín, estaban las yamai, yoshino y miku, espiando a shidou y Tohka mientras hablaban, a pesar de todavía faltar 15 minutos para la hora acordada, me acerqué por detrás a ellas y me puse en medio de kaguya y miku

-aunque digamos eso, llevamos viendo a Tohka una hora- sonrió kaguya

-vaya, así que aquí estaban...-

- ¡ahh! – en menos de un segundo, la imagen de un puñetazo llegó a mis ojos y caí hacia atrás, con un dolor intenso y agudo extendiéndose desde mi nariz, me tapé la cara y la nariz sangrante

-Dios mio, cuanto lo siento Jai-san- las 4 se pusieron sobre mí mientras miku tomaba un pañuelo y me limpiaba de sangre la nariz, yo estaba viendo estrellas en el cielo y un par de cuervos dando vueltas

-este ya se nos fue- dijo yoshinon al ver mi estado aturdido

-sigo... vivo...- dije lentamente, yuzuru me ayudó a sentarme- dioses... que buen gancho tienes... santo Odín fue como si el propio Thor me hubiera golpeado­ con mjolnir-

-he estado haciendo ejercicio- admitió miku con una sonrisa de alivio

-ya, se nota...- afirmé frotándome la nariz y limpiándome los ojos llorosos- quien diría que esos brazos tan delgados estarían siendo blandidos por Thor mismo, la puta madre-

-sabes que soy una caja de sorpresas- sonrió

-ya me golpeó en la cara esa afirmación, ¿en serio llevan aquí una hora? –

-sí, salimos con mi parienta mientras estabas dormido- respondió kaguya- no queríamos despertarte-

-traducción, luego de lo que pasó ayer, kaguya no soportaba la vergüenza de verlo tras su encuentro-

Date a live: Guerra SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora