**Capítulo Tres: El Encanto de las Rosas Blancas**

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Las noches en el reino vecino eran mágicas, especialmente para Tsukasa, quien encontraba consuelo y tranquilidad en su jardín de flores. Bajo el suave resplandor de la luna, Tsukasa pasaba horas cuidando de sus plantas, pero había algo en particular que llamaba su atención: un pequeño rincón donde crecían rosas blancas, unas flores extrañas que solo se abrían a la luz plateada de la noche.

Desde el primer momento en que las vio, Tsukasa quedó cautivado por la belleza etérea de las rosas blancas. Su pureza y su fragancia envolvían el jardín, creando un aura de misterio y encanto. No pasaba un día sin que Tsukasa se detuviera frente a ellas, admirándolas con una devoción que rayaba en lo obsesivo.

Con el tiempo, su fascinación por las rosas blancas se convirtió en una verdadera obsesión. Tsukasa pasaba horas contemplándolas, estudiando cada detalle de sus pétalos blancos como la nieve y su aroma embriagador. Sus pensamientos estaban siempre dominados por las rosas, y su amor por ellas crecía más y más con cada noche que pasaba.

Rui, preocupado por la creciente obsesión de Tsukasa, intentaba distraerlo y alejarlo del jardín. Sin embargo, sus esfuerzos eran en vano, ya que Tsukasa estaba completamente absorbido por su amor por las rosas blancas. La idea de estar separado de ellas era insoportable para él, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para protegerlas y mantenerlas a salvo.

Mientras tanto, en el reino, los rumores sobre las rosas blancas comenzaron a extenderse. Algunos decían que eran el resultado de un hechizo antiguo, mientras que otros creían que eran un regalo de los dioses. Sin importar su origen, las rosas blancas se convirtieron en el tema de conversación en todo el reino, y muchos deseaban verlas con sus propios ojos.

La obsesión de Tsukasa por las rosas blancas alcanzó su punto máximo una noche de luna llena. Con el corazón lleno de emoción, Tsukasa se adentró en el jardín en la oscuridad, ansioso por estar cerca de sus amadas flores. Sin embargo, lo que encontró lo dejó sin aliento: las rosas blancas habían desaparecido, dejando solo tallos marchitos y hojas marchitas a su paso.

El corazón de Tsukasa se llenó de desesperación y dolor. Sin sus amadas rosas blancas, se sentía vacío y perdido. La obsesión que lo había consumido durante tanto tiempo se convirtió en un dolor agudo que lo atravesaba como una daga. Sin embargo, en su dolor, Tsukasa encontró una nueva determinación: encontrar las rosas blancas, sin importar el costo.

Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de determinación, Tsukasa se embarcó en una búsqueda desesperada para encontrar las rosas blancas y recuperar su amor perdido. Sin saber lo que le esperaba, se adentró en el oscuro bosque, decidido a hacer cualquier cosa para estar de nuevo junto a sus amadas flores.

Y así, en la oscuridad de la noche, Tsukasa se enfrentó a su obsesión más profunda y peligrosa, dispuesto a arriesgarlo todo por un amor que lo había consumido por completo.


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Autor:-¡¡¡¡terminadoooooooo!!!!

DMI:-¿Siempre tienes que gritar?

Autor:-¡Sep por que soy Tsukasa!

DMI:-No te lo crees ni tu T-T

Autor:-Ya deja de destrozar mi imaginacion ;(

DMI and Autor: ¡¡¡CHAORIN!!!

''Amor Entre Sombras y Luz''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora