sunghoon se acercó a la mesa correspondiente con una pequeña sonrisa. venía cargando tres cajas en total: una grande y desconocida abajo, sobre ella la caja que incluía las donas favoritas de su hijo y, en la cima, la caja de pastel que recogió en la casa de hanbin.
ni-ki no pudo contener su emoción y corrió hacia su padre, quién frenó en seco para luego dejar todo sobre la mesa y poder recibir con gusto a su hijo.
—¡papá! -la voz del chico llamo la atención de ciertas personas cerca de su mesa, pero ellos no parecía importarles mucho. ni-ki realmente había extrañado a su padre.
sunghoon soltó una risa ronca y dejó caricias sobre la cabellera de su hijo.
—felicidades por tu graduación, nini. estoy muy orgulloso de tí. -le susurró contra el oído.
ni-ki sonrió con algo de timidez y alegría. —gracias, papá...
al separarse, sunghoon dejó una nueva caricia en la mejilla de su hijo y posteriormente se volteó para saludar a su ex-pareja. sunoo correspondió su saludo, sonriendo igual con timidez y procedió a jalar la silla de sunghoon para indicarle al mayor su lugar.
park tomó asiento a su lado y pareció no darse cuenta de lo mucho que se acercó al otro. ninguno de los dos lo hizo, en realidad, pero ni-ki definitivamente sí. quiso seguir viéndolos a ellos interactuar pero justo en ese momento una de sus profesoras lo llamó para prepararse a hacer su entrada con sus respectivos padrinos, quienes eran el hermano mayor de su mamá -su tío-. junto a su esposa. ellos lo estaban esperando en la entrada, pero ni-ki se escapó un rato para asegurarme de que su padre llegará.
—¿qué es eso de ahí? -preguntó sunoo señalando hacia la caja de forro negro.
—es mi regalo para ni-ki -responde simple, junto a una pequeña sonrisa traviesa.
sunoo entrecerró sus ojos —volviste a comprarle algo carísimo, ¿cierto? -el mayor se escogió de hombros-. ¡hoon!
—¿qué? hoy en su día especial... además. le fue súper bien con sus notas. se lo tiene más que merecido.
—una carta con dinero habría sido suficiente -dijo mientras rodaba los ojos, aunque una sonrisa también se extendió por sus labios. sunghoon siempre fue el padre que más consentía a ni-ki.
—¿tú le regalaras eso, acaso?
sunoo alejó su mirada —no realmente...
—¿lo ves? ¡a tí también te gusta consentirlo!
—¡pero no tan exagerado cómo tú! -se defendió.
sunghoon frunció su ceño e iba a decir algo si no fuera porque de repente alguien comenzó a hablar desde el escenario a la distancia, el acto estaba a punto de comenzar.
sunoo sonrió con diversión al ver la tierna reacción molesta del mayor mientras escuchaba al director hablar.
seguía siendo increíblemente tierno.
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