Una nueva demonio cae al infierno, ¿Como no notar tal hermosura?, una demonio tan extravagante y tan deseada incluso por el rey del infierno.
¿Será porqué aún siendo demonio tiene una apariencia humana?
¿O porque es una bruja?
Habrá que averiguarlo...
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En en infierno ______★______
Despues de estar como 2 o 3 minutos cayendo desde esta altura, ya veo que estoy cerca del piso haci que movi levemente la mano y en ese mismo instante una energía morada me cubrió y aterrize de pie sin manchar mi hermoso vestido.
- ¿Por qué me miran tan raro está gente? - musité
Las personas a mi alrededor se me quedaban viendo y me observaban de manera muy extraña a mí parecer.
- ¿Una humana? -
- ¿Quién es esa? -
- ¿Como entro al infierno? -
- ¿Si ella entró entonces existe una manera de salir de aquí? -
Eso y más "susurraban" los demonios a mí alrededor, muy entre comillas porque no eran para nada silenciosos a mí parecer. Está bien que ellos se vean extraños pero eso no tiene nada que ver conmigo...
Un segundo... ¿Yo no me veo como ellos cierto? Digo, me siento igual.
Al instante de ese pensamiento hice aparecer con mi magia un espejo de mano.
- Uy qué suerte, me veo igual. Creo que por verme como una humana en el literalmente infierno pues me han de estar viendo raro por eso, seguro si es eso. - Susurre.
Me preguntó que haré desde ahora, osea. No tengo un lugar donde estar y aunque puedo crear yo misma mi propia casa pues este lugar es demasiado ruidoso y hai demasiada gente. Tendré que pensar bien eso, es el infierno y no por nada azrael me dijo que me cuide, no a de haber reglas aquí ni nada.
Camine sin parar pensando cosas que debería hacer porque después de todo no puedo quedarme sin refugio en un lugar de pecadores sin control, osea ya vi como 15 guerras mientras camino.
- Wow, este lugar es perfecto para lo que necesito. -
Camine tanto que llegué a un lugar lleno de flores, no sé cómo es que esto está en el infierno pero aquí voy a vivir.
- Okey, este lugar es súper tranquilo es perfecto para mí. -
Apenas termine de hablar hice un sueve movimiento con mi mano derecha y mi casa de cuándo estaba viva apareció en medio del prado. Camine hacia ella y abrí la puerta para pasar, apenas abrí la puerta quite mis zapatillas, más aún haci no las puse en donde van las otras zapatillas en el estante de zapatos al lado de la puerta. Más bien las lleve conmigo a mi cuarto en la parte de arriba y las guarde en una caja de madera maciza junto al vestido.
