Cap 2- Por la borda

300 51 51
                                    

Por la borda °~
~

|Shadow|

La noche se había pasado con rapidez. Mi barco daba sangoloteo que me hizo levantarme, conocía esos movimientos, el océano había despertado para que quien lo recorriera se despertara y sin quejas hiciera su trabajo.
Mis marineros ya estaban despiertos, algunos limpiando el desorden que dejamos la noche anterior, otros arriba de la nave vigilando si no habían obstáculos. Me sentí algo irresponsable por despertar más tarde de lo normal. No había dormido bien, estuve casi toda la noche vigilando a mi prisionero.

Me saludaron con alegría.

—Creí que sería el primero en despertar—Dije

—No, nosotros nos aseguramos de tener todo listo para seguir. No sé preocupe, capitán.

Sonreí con orgullo. Tenía al mejor equipo.
Después de una horas era hora de un delicioso y merecido almuerzo, las marineras fueron quienes se encargaron, dimos las gracias.

Mi estómago rugía. Devoramos los platillos que por un momento recordé que estaban algo decorados con la misma comida, como figuras sofisticadas. «Al tener hambre no hay pan duro» una frase de mi padre. Ahora lo entendía con más claridad. Extrañaba con el alma tener a mi padre conmigo. Me hervía la sangre recordar su muerte, un mar de tristeza, un naufragio de coraje. No esperaba por vengarme por esos que asesinaron a mi señor padre. Y tal vez tenía que esperar toda la vida. Nunca me dieron la información de quienes fueron, de que isla venían, sus rostros.

Subí hasta el timón. Deberíamos de seguir con nuestra misión, nada detendría al capitán Shadow The Dark.

—¡Capitán, el intruso intento escapar!—Escuché en la parte baja.

Al acercarme el albino tenía al azul del brazo junto con otros de los marineros que no lo dejaban ir.
Lo miré serio, ¿Quién se creía para irse?.

—¿Con qué te crees tan listo?—Fruncí el ceño—Me dijieron que es la tercera vez que lo intentas en el día, ¡Vaya! Si que eres testarudo.

—Tu rostro es bello, pero tú actitud no te ayuda, “capitán”—Se burló.

No iba a tolerar esas faltas de respeto en mi barco.

—Bien, tu te lo buscaste—Lo miré fijamente—¡Preparen la plancha!

Todos se pusieron en marcha, ese erizo lo único que había traído en mi barco, era problemas, entretenia a mis marineros con sus intentos de escapar. No parecía más que un error del océano tramposo, su objetivo era hacernos fallar, una sucia jugada de su parte.

Rouge y los demás colocaron la misma antigua madera por la borda, le había dicho que ese era su último día para ese irrespetuoso erizo.

—¿Es en serio?¿Arrojarme por la borda?—Enarcó una ceja con seriedad—¿Nisiquiera vas a esforzarte por hacerme sufrir?

—¿No conoces esta zona? Por aquí están el hogar de los tiburones blanco—Sonreí con maldad—No eres digno de ser marinero, ni siquiera sabes las zonas del océano.

Rodó los ojos con burla. Me estaba desesperando, como si su vida fuera tan miserable para provocar que más rápido lo arrojaramos con los tiburones, un completo idiota, un error de sus tierras.
Cómo se hacía cada que arrojaban a alguien, siempre tenía que haber gritos, bulla por parte de los integrantes del barco.

Two hedgehods, one ocean •|Shadonic|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora