Quieren un inicio???

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Vada

Me encontraba alistándome para la escuela en mi habitación, arreglaba mi cabello lo más que podía pero me era imposible, apliqué un poco de brillo labial y alisé mi uniforme, estaba por terminar la secundaria así que no importaba mucho como luciera; terminé de arreglarme para bajar enseguida a desayunar.

Mamá se encontraba haciendo mi desayuno y mi almuerzo para más tarde en el colegio:
Hola mamá!- dejé un casto beso en su mejilla- Hola cariño buenos días! Lista para la escuela?- asentí muy desinteresada.
No es que no me gustara estudiar, me encantaba, lo que me hacía odiarla eran las personas; yo asistía a la escuela más prestigiosa de mi ciudad, lo cual era bastante para mi ya que en mi familia nunca hubo demasiado dinero. Y como consecuencia de ser tan prestigiosa, todos los hijos de jefes de grandes empresas, granjeros con alta demanda, y personas que de seguro ni ellas mismas sabían de dónde sacaban ese dinero asistían ahí también. Simplemente todos eran niños mimados que en su futuro no moverían ni un dedo por conseguir comida ya que la mayoría serían Juniors o algo parecido.

También debo de agregar que soy una de las alumnas más recientes del colegio, hace un año nos mudamos a esta ciudad gracias al trabajo de mi padrastro y que por nuestro nivel económico no me toman tan en cuenta en actividades, situaciones, o problemáticas, así que creo que eso también explica la falta de amigos que tengo.

En mi escuela todos son muy unidos entre ellos, no los culpo, se conocen casi desde que nacieron, pero eso no significa que debería costar tanto trabajo incluir a tan solo a una persona al grupo...o si?

Solía tener amigos, pero una de ellos siempre me tuvo un odio constante...así que decidí alejarme de ella pensando solamente en mi bien y no en cómo se sentía ella y el por qué hacía todo lo que hacía; mi mejor amigo me abandonó por mentiras que alguien inventó sobre que yo había hablado mal de él. Y mi mejor amiga... dejó de hablarme de una noche a otra, sin nunca darme una explicación, meses después ella se cambió de colegio y no volví a verla, si dolió para ser honesta... pero no quedaba nada más que hacer con ellos. Traté de hablar con ellos para aclarar las cosas, pero me ignoraron.

Por suerte un pequeño grupos de estudiantes de segundo grado me aceptaron y me invitaron a unirme a ellos. Son increíbles, son muy graciosos y saben como hacerte el día siempre.

Estaba desayunando un pan tostado cuando mi hermana Noah bajó junto con mi padrastro. Noah era tan solo dos años, casi tres mayor que yo, así que aveces llegábamos a llevarnos bien sin querer matarnos:
Mamá hoy me quedaré en casa de Rachel, está bien?- ella siempre tenía aires superiores a los demás-Claro cariño, solo...conduce con cuidado- mamá le regaló una pequeña sonrisa antes de que Noah volteara a mirarme de pies a cabeza:
Ese es mi brillo labial??- se acercó lentamente a mi para examinar mi rostro poro por poro- Qué?!? No! Jamás utilizaría tu maquillaje!-traté de sonar lo más indignada posible para que pudiera creerme. Si era su brillo labial, pero que más da, no le diría la verdad- Preferiría que me coma un oso a usar tu maquillaje infectado de acné!!!

Tomé mi almuerzo y mi mochila para poder salir rápidamente de casa antes de que Noah comenzara a criticarme más de lo que ya lo hace.

Normalmente mi padrastro es quien me lleva al colegio, pero había veces en las que prefería caminar, hoy era una de esas veces, sobre todo porque no quería que todo el camino se basara en Noah juzgándome y haciendo un par de comentarios un poco ofensivos hacia mí.

A mi punto de vista el día estaba hermoso, el cielo nublado, la calle mojada por la lluviosa noche anterior, el olor a humedad, el aire refrescante de la mañana...simplemente perfecto.

Al llegar al colegio fui directamente a mi salón de clases asignado, no quería hablar con nadie...o más bien nadie quería hablar conmigo. Comencé a sacar mis libros para cuando empezara la clase; la única desventaja con mis amigos es que solo podía verlos en los recesos y a la salida, pero me conformaba con eso.

(...)

Las primeras tres horas de clases habían pasado muy lento, lo suficiente como para que en la tercera hora me quedara dormida la mitad de la clase, o tal ves sería por el trabajo de historia que terminé tarde ayer en la noche.

La campana sonó y lo único que yo quería era salir corriendo y comer mi almuerzo. Caminé hacia la cafetería de la escuela, hacia la mesa en donde se encontraban mis amigos, ahí se encontraban Alana, Mike, Anna, Madeleine, Taylor, y Sam. Se que es algo raro que solo un hombre se junte con nosotras, pero es Mike...además es gay.

-Hey por qué la cara larga?!?!-Mike siempre sabia como iniciarme la conversación, ya que si no lo hacía él, yo nunca lo haría.-Me quedé dormida en clase de español, es todo- en realidad yo siempre estaba cansada, todavía me asombra que me haga ese tipo de preguntas; solo había una persona en esta escuela que sabía como subirme el ánimo.

-Ok, el tema de hoy a discutir en el almuerzo será...el profesor Owens con la señorita Martins!!-comenzó a hablar Madeline como si fuera entrenador de futbol o un regulador de un debate-Que asco,no!!! Ni siquiera podría imaginármelos juntos!!-siguió el tema de conversación Taylor.

No estaba prestando mucha atención a su tema de conversación, estaba buscando a alguien, esa persona que me alegra tanto el día y me hace sentir que soy alguien en este mundo.-Aún no lo ves?- preguntó Mike al ver que estaba completamente perdida en mis pensamientos al igual que en la cafetería,-No aún no...- voltee hacia el frente para poder seguir escuchando la conversación de mis amigas-Tal ves aún no termina su clase, de seguro que vino, es decir, no creo que haya dejado el país sin antes avisarte- trato de darme ánimos Mike.

-Hey Vada, ya decidiste que harás para tu cumpleaños?-Sam volteó a mirarme lo que llamó la atención de todos, incluyendo la mía.
-Emmm no, aún no lo sé
-Deberías irlo pensando, es en tres meses y son tus quince, debes hacer algo grande!!!-no estaba muy segura de lo que haría, pero lo que fuera a organizar sería increíble y tendría que ser la fiesta del año de la que todos en la escuela hablarían; es decir, terminar la secundaria, y enseguida, hacer la fiesta más grande de todos los tiempos sería algo histórico.
-No lo sé, tal ves solo organice una reunión pequeña con ustedes y...- todos empezaron a gritar al unísono furiosamente, me encantaba hacerlos enfadar.

Escuché la puerta de un salón abrirse y al instante volteé, ahí estaba él con sus amigos, seguro que bromeando de cualquier estupidez, pero estaba ahí.
Fue cuestión de segundos para que me mirara y se acercara a mi para después besarme:
-Creí que no habías venido-tuve que cambiar mi idioma al inglés, ya que el no sabe hablar mi idioma y yo no sabía alemán.
(Esta parte previa varía dependiendo de la persona que esté leyendo el libro, refiriéndonos a la lengua materna del personaje principal)
-Lo siento, la clase de matemáticas fue eterna- no dudó en volver a besarme olvidando que estábamos en la cafetería y en frente de todos mis amigos.

-Ahg! Consíganse un motel!- gritó Anna desde el otro lado de la mesa asqueada por lo que estaba viendo.

Tom era un chico alemán que estaba de intercambio en mi escuela desde hace unos siete meses, era tres años mayor que yo pero eso no impidió que se fijara en mí y yo en él; lo cual hizo que la chicas de mi clase se enfurecieran conmigo, o mejor dicho que todas las chicas de la escuela lo estuvieran ya que el era siempre la novedad del colegio, era deseado por todas las chicas e incluso podría decir que por algunas maestras extremadamente jóvenes. Él pudo estar con cualquier otra, pero se fijó en mi, me escogió a mí, y eso es algo que cambió mi vida por completo; Noah salía con uno de los mejores amigos de Tom, que por cierto también ellos eran alemanes y también venían de intercambio; así que cuando Noah salía con ellos yo también tenía el permiso de ir...según mamá Noah me "cuidaría" pero lo único que hacía era escaparse con Johan a algún motel o algo parecido.

Tom se sentó unos momentos a la mesa con nosotros mientras charlábamos animadamente.
-Hey puedo ir a tu casa esta tarde?- preguntó sin despegar su vista de mis labios.
-No lo sé, mi padres no estarán...-creo que sabía a donde iba todo esto.
-Es por eso que quiero ir- me guiñó el ojo para después levantarse e irse sin antes dejar un casto beso en mis labios y susurrarme al oído: te veo esta noche...

Please treat me wellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora