cap 1 una vez le pedí al mar

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Derek Hale barista y cocinero de su propia posada cerca del mar en el pequeño pueblo de caniatown, un poblado en medio de montañas con una hermosa vista al mar.

a sus 28 años ya había echo la vida que cualquier hombre quisiera, tenía una esposa viviendo en un pueblo más lejano a varias horas de distancia incluso días ,la cual conoció un día que ella vino de visita con su familia para disfrutar el mar, el amor era curioso aveces solo llegaba sin avisar como un barco perdido en el mar que pronto encuentra un muelle, las visitas de ella se vieron más prologadas con el constante sustento dado por el moreno para que esta viajara a su posada, más de una vez la mujer le había pedido al mayor se fuera con ella para su pueblo natal pero el ojiverde siempre decía lo mismo.

"Soy un Hale de mar y si muero lo haré aquí para que mi alma descanse en las profundidades"

Los Hale había sido los creadores de ese pueblo hace años, gracias a ellos el lugar se volvió próspero trayendo mucha pescaderia además de volverse un lugar de llegada para los barcos sin rumbo ya que las aguas se arremolinaban ahí ,dejando que estos cayeran de sorpresa con excelentes mercancías, lo mismo era en el tema de los peces, las aguas al chocar entre sí y llevar su camino hasta el muelle traía consigo diferente cantidad de peces volviendo el lugar uno de los mejores para pescar.

Incluso Derek hacía eso, el mismo pescaba las comidas de la posada, para enseñarle a los turistas que era una buena probada de caniatown.

La vida le sonreirá al moreno su esposa esperaba un hijo suyo, el primero de muchos esperaba el, ya podía verse enseñándole a su pequeño cómo pescar o cómo regresarle al mar aquello que él les había dado, ademas su posada se veía más próspera que nunca pensó que así sería toda su vida lo cual le saco una sonrisa, la cual perdió rápidamente por el repentino sonido de un manojo de billetes caer frente a su mostrador mientras el secaba los últimos vasos que lavó.

-10 de sus mejores habitaciones para mi y mis hombres porfavor-

-cuantos días se quedarán?-

-deje la cuenta abierta nos iremos hasta que acabemos con todo lo que traemos-

-habitaciones a nombre de?-

-stiles , stiles stilinski capitán-

El mar traía consigo tesoros y desgracias

-

Los días de Derek continuaron con normalidad, rápidamente supo que sus inquilinos eran marineros que se dedicaban a comprar finas telas, vestidos, hierbas, perfumes,maderas etc en otros países para traerlos con ellos, según supo el mar los había guiado hasta ahí sin remedio ya que una tormenta complicaba su rumbo original , el plan de todos era vender sus mercancías en el muelle hasta que se agotaran y así tomar su barco de regreso a por más.

No fue muy difícil descubrir eso ya que el famoso capitán stilinski, un hombre fornido, de aspecto extravagante con gabardinas que tenían los mas llamativos colores y una sorprendente piel blanca con lunares, no parecía tener un filtro en su boca , apenas llegaban de su día de trabajo la noche era bella como siempre en el muelle, mientras sus trabajadores comían en sus mesas él se sentaba en la barra para platicar un poco, aunque normalmente era el quien hablaba mas.

-Buenas noches Señor Hale que hiciste hoy?-

-lenguado-

-curioso ese pescado no es de por aquí o me equivoco?-

-el mar es generoso cuando le das las gracias-

-bueno y cómo se las das tú Hale?, yo siempre tiro una caja completa de todo aquello que llevo, no escatimo en agradecimientos después de todo el mar me permite viajar sobre el- el castaño dejó su sombrero sobre la barra para comenzar a comer su pescado con patatas bastante feliz pero después saco de su gabardina un frasco con hierbas verdes las cuales le echo a su comida.

-oye marinero que le haces a mi pescado?-

-lo condimento un poco, sabes una vez que pruebas las cosas con un toque de buenas hierbas llega a un punto encantador-

-nada de cosas raras en mi cantina blanquito, comer lo qué hay- stiles solo sonrió un poco y le extendió el plato a el dueño del lugar.

-prueba un poco creo que por hoy estoy lleno- Derek vio cómo el castaño se levantó de su lugar para irse en dirección a las escaleras a su habitación, así que el solo tomó el plato para ir a la cocina donde se dispuso a tirar el pescado.

-que desperdició- con calma camino a su fregadero para poder limpiar el plato cuando noto que él jugó con especias le había quedado en la mano por lo que pensó un poco y decidió probarlo- mierda-

-

El castaño ahora comía su desayuno bastante temprano como siempre, ya que debía instalarse en la orilla del mar antes de que la gente llenara el lugar, las pláticas se había detenido por qué apenas llegaban de su día de trabajo el moreno parecía esconderse en la cocina y en las mañanas el lugar era bastante movido preparando todo para el día por lo que entablar una conversación con él era bastante complicado.

stiles Miró el libro frente a él intentando entender la mitad de lo que decía, el idioma apenas lo conocía solo recordaba decir "cuanto por eso" y "le doy 3 monedas de oro", pero se lo había encontrado en una de las misteriosas tierras que conocía así que porque no darle una ojeada, pero en medio de su intento de lectura vio un billete extenderse hacia el del otro lado de la barra.

-cuanto me alcanza con esto?- Derek agacho la mirada algo avergonzado por lo que estaba haciendo, siempre confió en su cocina pero haber probado ese pescado lo hizo ver un nuevo mundo de sabores ,llegando al punto de sacarlo de la basura esa misma noche para comérselo.

-disculpa?-

-especias......cuántas puedo comprar con esto, no pienso darte más- con una sonrisa el marinero todo el billete, le alcanzaba realmente para muy poco pero no iba a decirle eso a su amable posadero el cual por cierto les hacía la cama, la limpieza y la comida, por que había notado que los trabajadores en el lugar eran muy pocos realmente.

-té alcanza para algo, pero te tengo un trato-

-no les daré botellas de licor a tus hombres las beben como agua y no quiero destrozos aquí-

-no te preocupes no quiero eso, esta noche me llevarás la cena a mi habitación y te quedarás conmigo quiero hablar contigo-

-para cuanto me alcanza?-

-unos gramos-

-y si te voy a ver?-

-té daré 5 kilos-

-té veo esta noche-


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aveces solo hay que intentarlo 

Tres veces el mar me lo devolvió //sterek//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora