A Tu Servicio [Villain! Deku X Lectora]

✦⋆⋇ Capitulo 29 ⋇⋆✦

~"Un feliz reencuentro"~
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Era temprano en la mañana, Izuku se encontraba de un lado al otro mientras que tú lo observabas simplemente cruzada de brazos con una sonrisa tonta, siguiéndolo con la mirada.

Finalmente se detuvo, suspiró un segundo y continuó arreglando su bolso.

— ¿Crees que debería de llevar más ropa? — preguntó sin siquiera mirar, rebuscando algo en su armario — ¡Y si hay una tormenta que arruine los planes! Oh, quizás debería llevar una maleta más grande. —

Sus pensamientos eran puro caos, solo podías observarlo desde lejos con una mirada perdida pero alegre.

Izuku había vuelto a uno de sus hábitos menos agradables, claro era algo que sólo él opinaba:
Murmurar.

Hacia esto para si mismo últimamente, lo había dejado de hacer desde hace años pero un dia, releyendo sus diarios y cuadernos de su adolescencia, simplemente volvió. Solo era cuestión de tiempo.

— Izuku, solo estaremos ahí un día y medio, y una noche — aclaraste acercándote a su bolso el cual contenía cosas como ropa, utensilios de higiene, dinero en caso de emergencia, y más ropa. —

Revisaste un segundo por fuera y luego cerraste sus pertenencias.

— Sabes que más ropa no es necesaria. — le sonreiste al momento que llegó a tu lado con un montículo más de ropa, la cual dejó caer en su cama hecha un desastre — Tu madre dijo que no lo es. —

Izuku cayó rendido ante sus abrumadores pensamientos sobre su cama, soltando un gran suspiro.

— ¿Sigues nervioso? — asintió hundiendo más su rostro contra sus prendas y sábanas. — Si... Yo también lo estoy. —

Concordaste tomando asiento a su lado, mirando al techo pensativa.

— Pero, tú la oíste. Ella ha de estar igual de nerviosa y feliz que tú por al fin tener su reencuentro. —

Izuku no resistió el contener sus lágrimas, se escondió bajo su gran desastre procurando que así no pudieras verlo.

— ¡No estoy listo! — gritó bajo las sabanas — ¿N-No puedes... Reembolsar los boletos y llamarla diciendo que no iremos? —

Una vena de tu frente saltó indicando tu molestia al oír sus palabras.

— ¡Claro que no! — negaste de un grito, tirandote hacia atrás cayendo sobre el bolso del peliverde. — Es muy tarde para arrepentirte, en unas horas tenemos que irnos, Izuku. —

Regañaste.

Él se acurrucó más contra si mismo.

— Pero... ¿Y-Y que tal si no quiere verme...? — su voz sonaba como un murmuro lejano, estaba triste. —

— Tonto, no pienses en eso... — continuaste mirando el techo, metida en tus propios pensamientos por un rato. — Claro que quiere verte. La oíste, no va a cambiar de opinión de la nada. —

Finalmente Izuku se levantó, mirando el colchón de su cama y a su vez sus manos cicatrizadas, limpiando sus lágrimas bastante pensativo.