➳ 𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 𝐞𝐧 𝐬𝐢𝐧𝐜𝐫𝐨𝐧𝐢𝐚

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𝑫𝒐𝒔 𝒎𝒆𝒔𝒆𝒔 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒄𝒄𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆𝑷𝒆𝒓𝒔𝒑𝒆𝒄𝒕𝒊𝒗𝒂 𝒅𝒆 𝑨𝒔𝒉𝒍𝒆𝒆

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𝑫𝒐𝒔 𝒎𝒆𝒔𝒆𝒔 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒄𝒄𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆
𝑷𝒆𝒓𝒔𝒑𝒆𝒄𝒕𝒊𝒗𝒂 𝒅𝒆 𝑨𝒔𝒉𝒍𝒆𝒆



Caminaba por el pasillo de la preparatoria, el sol de la mañana se colaba por las ventanas y podía sentir su calidez en mi rostro. Mi sonrisa era irradiante, el día parecía perfecto.

Mis pensamientos estaban vagando, por lo que ignoraba los murmullos y las risas burlonas de los alumnos que pasaban por el lugar. La última semana había estado saliendo con él, con ese chico que me hacía sentir especial siempre que estábamos juntos.

La rutina de los estudios, la presión de los exámenes y las responsabilidades dejaron de ser una preocupación. Tom había decido llevarme a un centro de golf privado en nuestra última cita, después de esa tarde llena de risas, terminamos cenando junto a mi madre como era costumbre.

Quería regalarle algo a Tom, así que mi madre me había ayudado a preparar galletas de chocolate para dárselas con algunas botellas de agua para su entrenamiento. Últimamente, nos encontrábamos en el salón de dibujo con la intención de mantenernos ocultos.

Mis pasos se detuvieron abruptamente al escuchar las carcajadas provenientes del otro lado del salón. El sonido me llegó claro y fuerte, y algo en mi interior se revolvió. Decidi acercarme a la puerta entreabierta y, a través del pequeño orificio, miré adentro.

Ahí estaban los amigos de Tom, el equipo de baloncesto completo. No era habitual verlos, ya que ninguno de ellos solía llegar a primera hora del día porque preferían irse de vagos antes que estudiar. Sus calificaciones lo decían todo.

Estaban todos amontonados, riendo y golpeando el hombro de un chico de rastas en señal de burla. Él les devolvió una sonrisa incómoda, esa sonrisa que conocía bien, la que usaba cuando no sabia cómo manejar una situación.

Albi, el típico galanaso con ojos azules y cabello rizado, lo abrazó por los hombros, mostrando una sonrisa de oreja a oreja. Su estúpido grupito de amigos se acercó más a Tom, quien fingía estar cómodo cuando en realidad no lo estaba.

—Vamos, Tommy. Todos hemos notado cómo miras a Ashlee últimamente, ¿no nos digas que dejarías a esa chica sin tetas por la sexy nalgona de tu novia? Si eso es cierto, tendremos que distanciarnos un poco de ti, no queremos que nos contagies de lo que sea que tengas—Tom tragó saliva en seco al escuchar las palabras de su supuesto amigo. No negaba que me había dolido escucharlo.—Ya sabes... no es normal que prefieras a la prostituta de Ashlee por encima de Becca.

—Por favor, chicos. ¿Yo fijarme en la rara del tercer módulo? ¡Sería asqueroso! Ashlee tiene mala fama con los profesores, jamás la consideraría como una mujer de verdad, ya está demasiado usada.

Mi mundo se tambaleó mientras me apartaba de la puerta. Las risas del otro lado del salón continuaron, pero ya no las oía con claridad. Solo sentía el peso de las palabras de Tom repitiéndose en mi mente. ¿Acaso había sido capaz de besar esos labios que soltaron esas palabras crueles en mi contra? ¿De creer que era diferente a sus amigos?.

𝕸𝖊𝖒𝖔𝖗𝖎𝖆 𝕯𝖊 𝖀𝖓 𝕬𝖒𝖔𝖗; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora