El Secreto Que Une Nuestros Destinos

Extra 1

                      DESCONOCIDO

—Ya sabes lo que tienes que hacer, ve a esa biblioteca y rebusca en todos los libros que tengan que ver con símbolos.

—Si señor.—El hombre se marchó sin más que decir.

Mi cabeza está hecha todo un caso, tres años en busca del maldito artefacto y todo en vano. Pero la última voluntad de mi padre será cumplida aunque sea lo último que haga.

                             ***
—Jefe.—Entra uno de los custodios que cuidan la puerta principal del laboratorio.—Afuera está el mendigo de ayer dice que trae noticias.

—Déjalo pasar.

El guardián asiente y se retira unos minutos después entra en muy invisible que le pagué para que averiguará algo en la biblioteca.

—Jefe le tengo noticias.

Juró que si es una estupidez lo mataré yo mismo con mis propias manos.

—Ayer no pude entrar en la biblioteca cuando llegue ya estaban cerrando.—Dijo el muy imbecil pero antes que yo pudiera decir algo continúo hablando.—Pero sabe qué?

—Acaba de hablar estúpido.—Le grité ya perdiendo la paciencia.

—Choque con un chico que iba saliendo y se le calló un libro, el libro tenía el símbolo de la foto.

Qué? En serio alguien ha encontrado el maldito manual que llevo buscando hace tres años.

—¿Quien es el chico?, como es?

—No lo se jefe.—Respondió el muy estúpido.

—¡¡Serás inbecil!!.—Le grité sin pensarlo.—¿Por que no le quitaste el libro?¡¡estúpido!!.

—No me dio tiempo jefe.—Trato de excusarse.

—Sabes que? ahora mismo te vas por esa puerta y averigua acerca de ese chico y aquí no regreses hasta que no tengas información porque juro que te voy a matar.

El hombre salió corriendo del despacho temblando del miedo.

¿Como es posible que un crío allá encontrado el libro?

                              ***
—Jefe ahí está el mendigo dice que trae información.—Me informa el mismo guardia del día anterior.

—Déjalo pasar.

Maldito mendigo, si no trae noticias de hoy no pasa.

—Se..Señor.—Dice en un tono nervioso.

—Acaba de hablar inbecil.

—El chico vive en la mansión de los Darkwood.

¿𝐂ó𝐦𝐨? 𝐍𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐫 𝐩𝐨𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞.

—Estas seguro?

—Si señor es el nieto de Sebastián Darkwood.

No me puedo creer que aún después de muerto este estúpido me esté dando lucha.

—Perfecto ya puedes irte.

El hombre salió del despacho y me quedé solo pensando pero esto no podía pensarlo yo solo así que mandé a llamar a mi queridisima amiga y esposa.

—Si cariño.—Entro en el despacho tan amable como siempre.

—Tengo información acerca del manual.

—Lo has encontrado?—Preguntó curiosa.

—Así es.—Sonreí.—Lo tiene el nieto de Sebastián Darkwood.

En su cara pude notar la sorpresa al mencionar ese nombre.

—Pero como?

—No lo se pero tenemos que darle seguimiento a este chico, vamos a dejarlo a ver cuales son sus siguientes pasos.

—Quizás su abuelo le comentó acerca del Orbe.

—Seguramente, el sabe dónde se esconde el objeto por eso lo dejaremos haber que pasa, ese niñato nos facilitará el trabajo.